28 de diciembre de 2014

Mi hermana M

Nunca supe si es por la diferencia de edades, de situaciones, o de todo que somos tan distintas, pero lo somos. Y a pesar de eso mi hermana es esa persona de confianza a la que le puedo contar cosas que a mis viejos ni en pedo les diría, pero que necesito sacar. Mi hermana es la voz y el teclado de miles de consejos, aunque no los siga todos.
Y es que por más errado que uno este, esa gente que te vigila para que no te vayas del camino, que te pega, te molesta, te jode, pero que te ama más que a nada en este mundo; es la más necesaria.
Mi hermana es la personita que me pregunta como estuvo la fiesta, y que no me caga a pedos cuando llego tarde. Es la persona con la que podemos hablar sin tapujos de nuestros viejos, de la familia, de lo insoportables que son a veces.
También es la que se manda cagadas, la que muchísimas veces no entiendo en absoluto. Pero es la que mejor me conoce, la que me cuidó cuando era una bebé, la que se preocupa a cada paso que doy por si estoy bien, si estoy segura.
Y ahí vamos, con nuestros tropiezos, desentendidos, problemas y soluciones. Somos un todo complejo, fácilmente divisible en dos pero difícilmente diferenciable, intrínsecamente unido pero absolutamente independiente.
Somos la misma sangre y crianza, los dos resultados, las mejores compañeras y las peores conviviendo. Por todo ese hermoso y caótico conjunto de cosas, sin duda la amo como a nada.

Cosas de fin de año

Se viene el fin del 2014, Facebook sigue haciendo collages boludos sobre nuestros años, diciendo que son excelentes como si fuera el adjetivo perfecto. Y como cada fin de año me acuerdo de esas personas que no están compartiendo este conmigo. Y me siento a escuchar música catalana, porque el catalán es mi manera favorita de no entender.
Y pienso que nada es igual, me cansó de decirlo como si eso cambiara algo, pero no. Y hoy los días son más cortos o más largos que antes, depende, todo depende. Y algunas personas son conocidos, otras que fueron desconocidas, son amigas. Tengo un amor pendiente desde marzo, que sigo esperando encontrar de nuevo. Tengo energía, no quiero dormir, no quiero leer. Quiero sentarme y hacer esta hipotética carta a alguien que no existe más y vive en mis recuerdos.
La primera muerte importante que sufrís en vida te marca para siempre, y yo te extraño cada día tía, porque vos eras mi otro yo, y compartíamos cosas que nadie entendía. Vos me enseñaste a ser loca y distinta, a estar orgullosa de eso. A tener actitud, a voltear obstáculos y a amar lo que soy. No me diste grandes consejos, creo que te fuiste antes de que los necesitara, pero me diste tu ser y tu forma de ser como algo un poco distinto a un ejemplo, más bien como una muestra. Eras una muestra de la felicidad que podía alcanzar si era yo y me la jugaba al 100% por mi, por mis amores (y no hablo de los novios) y si entendía que los demás no aman las mismas cosas que yo.
Como cada año, te extraño un poquito, y pienso muy de vez en cuando, ¿Cómo sería mi vida si estuvieras hoy acá? pero las cosas no funcionan como queremos casi nunca.
Espero que en cada sueño te encuentre, para poder quedarme con vos un poco más, para que seas abuela, veas casarse a tus hijos, para que ames todo aquello que no pudiste amar.
"Seré loca pero nadie me la toca, en cambio a vos que sos decente, te la toca toda la gente"
Como te amo y extraño loca de mierda

14 de diciembre de 2014

Viendote

Es cierto eso que dicen de que a la distancia las cosas se ven un poco mejor, y por eso te extraño tanto, te veo en cada rincón de esta casa vacía, y te odio por haber calado tan hondo con tu amistad, por ser esa amiga confidente, esa persona que siempre lo sabia todo antes de que saliera de mi boca. Y ayer hubiera querido que estes acá, que conozcas a mis otros amigos, otra parte de mi vida que no eras vos, pero que me hubiera gustado combinar.
Y en cada peli veo tu concentración, en cada historia que me contaste te recuerdo y extraño como nunca hermana, porque al fin hoy entendí eso que nunca me cerró. Somos tan parecidas que nos cagamos a palos, eso siempre fue lo que trabó esta hermosa amistad. Eramos iguales negrita, vos veias en mi cada parte de tu ser que ocultas porque odias, y que yo grito a los cuatro vientos cuando no puedo más. Y yo veía en vos esa personalidad esquiva que siempre tengo adentro pero trato de hacer que no esta cuando en realidad me surge en los momentos menos esperados. Yo veía en vos a mi vieja, a la parte de madre que yo tengo adentro y no puedo quitar.
Vos sabes, porque siempre sabes, lo que pasó, que eramos tan idénticas que estábamos destinadas a cagarnos a palos, y a enojarnos con la otra.
Que se mueran todos menos vos, hermana.

Oportunidades

Muchas veces nos quejamos de que no hay chances, de que las cosas que queremos conseguir no se pueden, por alguna clase de mágica razón que hace esa meta imposible. La verdad es que la mayor parte los obstáculos que cruzamos en el camino son parte de nosotros, de la manera en que pensamos y somos. No es nuevo en mi vida saber que soy una contradicción constante, cada día y segundo. Y abrazar esas contradicciones es uno de mis principales objetivos desde siempre, pero a su vez cada vez siento que hay algo que me traba, algo que hace que no pueda sentirme conforme con esa parte de mi, con mi ser completo.
A pesar de eso, paso periodos de inmensa alegría, y otros de una inmensa tristeza. No puedo anticiparlos, solamente llegan a mí y toman mi cuerpo y mi alma en un arrebato, se llevan a esta cabeza pensante y me dejan esos sentimientos a veces gloriosos  y otras tan desarmados, que me parten en pedazos y me dejan tirada luchando contra mi.
Sé que las oportunidades a veces me esperan a la vuelta de la esquina, y tantas veces voy pero no junto coraje para tomarlas y quererlas como debe ser.. a pesar de eso amo el hecho de que sigan estando ahí. Y de que me haya perdido muchas, sino, ¿Estarías tan enamorado de esa chica? ¿Estaríamos juntos todavía? Son cosas que nunca voy a saber, y aunque suene raro puedo vivir con eso.
Ya no más arrepentimientos para esta chica, no corazón, a partir de ahora a hacer mi camino en cada paso, como debe ser, y a bancarme la que se venga, sea buena o mala, o neutra; aparezca como cosa, persona, o momento.
Capaz que hoy perdí una chance, y no sé nada de vos. No espero absolutamente nada de vos. Tenes una sonrisa hermosa.

9 de diciembre de 2014

¿Amor?

No sé adonde fueron las personas
No sé adonde estoy caminando
Y me acuerdo de las voces que conocí
Quiero escucharlas una vez más
Pero estoy sola y va a seguir así
No tengo donde ir por eso me quedo acá
Si venís mañana te convido un cuento
Hoy ya no hay fuerzas para correr

¿Sentiste alguna vez que nadie quiere tu ayuda?
Y te caes de la cama
Y es de día y no dormiste
Vivir no es fluir
No importa cuantos poemas haya sobre eso
Quiero saber que hay de este lado de la reja
Todo tendría que estar más que claro
Y sin embargo hoy oscurece a las 3

Relajo, o intento relajar
Pero me pesa la conciencia y la historia
Y me acuerdo de esos ciegos que confiaron sin ver
En esta alma poco transparente y muy volátil
Y un te quiero nunca alcanza
No para el que entiende y sabe mirar

Ojala tus ojos fueran míos
Quiero ver este desastre desde afuera
Y nada me deja salir de mi ser
¿Me dejas volver?
No importa, no me enoja
Tampoco sabría cómo
Anda nomas
Te veo en un siglo o dos

6 de diciembre de 2014

¿Seré?

Y acá estoy, sentada en el medio de una cocina vacía, pero que hasta hace unos meses estaba siempre llena, y de repente alrededor mío veo como todas empiezan a juntar sus cosas y a irse, una por vez, a veces todas juntas.
Y de la nada estoy acá y extraño un poquito a esa piba que en estos mismos días pero hace un año, no sabía nada de nada. No entendía ni quien era ni que hacia, ni adonde iba ni nada. ¿Seré la misma piba? Todavía espero serlo, pero engañarme no sirve y mi cabeza me dice que no. Que esa época pasó, ese momento de vivir el quilombo, de tener miedo y ansiedad, de querer pero no. Que esas vacaciones con amigas no tan amigas ya fueron, que esos abrazos que prometían eternidades ya fueron, y al final todo se terminó. Como yo no quería que pasé, como siempre supe que iba a pasar.
Pero no me podría arrepentir ni de un día de este año, de esta vida. Sino mira donde estoy ahora, en el silencio, en la compañía ocasional, pero por sobre todo en el final de un año donde crecí mucho, donde aprendí mucho, y donde empecé a conocerme un poco más.
Y con todo encima, con todo lo bueno y lo malo, con la gente de mierda, y con las buenas personas, acá estoy, parada como una sobreviviente, y así me siento.
No sé que tan lejos voy a llegar, nunca lo voy a saber, pero lo más importante que aprendí este año sin duda fue a vivir el día a día, a no saber que va a ser de mi vida la semana que viene, o el año que viene o después.
Simplemente acá sentada viviendo esa vida que soñaba, que me daba miedo y alegría, que me hacía sentir que no conocía casi nada de la vida, cuando en realidad si conocía. Hace un año terminaba de sentar las bases para animarme a ser quien quería. Hoy me siento bien de ser yo, feliz con mi vida y mi ritmo, feliz con mis decisiones, feliz con cada parte de mi ser.
Y no sé si la persona que soy hoy me va a gustar en un tiempo, o si estoy tomando las decisiones correctas. Pero entendí que a partir de acá no hay más decisiones correctas o incorrectas, que ya no hay ni va a haber nadie que me diga si lo que estoy haciendo esta bien o mal. No hay quien te felicite o te condené. Todo se trata de mí, de saber que hoy hago lo mejor que puedo. Que lo que hoy pienso que es bueno es así aunque mañana piense que no. Cada día, tratando de hacer lo mejor, sabiendo que no puedo estar segura de nada. Vivir es saltar a una corriente que se mueve feroz, esperando llegar
a buen puerto y dirigiéndonos a algún lado, siempre a algún lado.

30 de noviembre de 2014

Chau

Son las dos de la mañana y no puedo dormir, no puedo parar de pensar en todo lo que vivi hoy. Hubo tantas cosas, desde esa ternura de ver nuestras fotos de chicos, hasta lo irónico de salir a dar una vuelta y fumarnos un pucho. No somos nenes, ya no.
Hoy alguien especial, que podría ser mi abuelo por todo lo que me conoce, me dijo que estaba triste, que iba a extrañarnos, al taller, a la familia que somos más allá del taller. Y de ser por mí, le hubiera jurado que las cosas no van a cambiar, pero bien sé que le hubiera mentido.
Yo no sé casi nada de la vida, soy muy joven. Pero creo que en todos estos años compartidos, que son más que la mitad de mi vida, aprendí demasiadas cosas valiosas. Yo aprendí a respetar diferencias, puntos de vista y descubrí que siempre hay conflictos porque no somos todos iguales, pero que también siempre hay formas de resolverlos.
Mañana va a ser un día crucial en mi vida, pero en la de muchos más también. "El taller de artes plásticas con más trayectoria en la provincia", suena importante, suena a patrimonio histórico. Y soy parte de eso, de ese gran proyecto que enmarcó, que marcó, y que guió la vida de tantos. Muchos artistas salieron de acá, muchas personas agradecen a cada momento, o en algún momento, todo lo que vivieron en este lugar.
Porque somos más que un taller, somos una familia inmensa y numerosa, con los pros y contras que eso siempre trae. No nos llevamos todos con todos, no somos mejores amigos y me atrevo a decir que si no fuera por este lugar no hubiéramos sido amigos ni en pedo. Pero somos hermanos, y por ende no hablamos todo el tiempo, no sabemos la vida entera del otro, ni vivimos juntandonos, simplemente nos amamos más allá de esas cosas. Nos queremos por lo que somos más profundamente, asique no nos importa si uno de nosotros está hecho un boludo, nos queremos porque crecimos juntos y eso ninguna de nuestras amistades por afuera de este taller nos lo pudo dar.
Mañana se terminan muchas cosas, muchas andadas, muchos momentos compinches y mucha vida. Pero algo adentro me dice que mañana vuelve a empezar la vida. Una nueva vida, una que no conocemos, una que nos da miedo, porque tenemos miedo, ¿Para qué negarlo? Pero quiero pensar que vale la pena.
Quiero pensar que somos jóvenes y buenos, que somos buena gente más allá de todo, que aprendimos todo lo que pudimos y con eso alcanza para tirar. Porque de acá en adelante somos sólo nosotros, sólo este grupo de personas que tiene que aprender a armarse un camino en la vida, como quieran, como puedan, como sea.
Espero con mucha ansia que no nos perdamos, no para siempre. Que en 10 años podamos sentarnos y ver morir nuestros 30 juntos, ver como otros arrancan los 25.. Me encantaría que nos sentemos a organizar el cumple de 60 de nuestras maestras en la vida. Amaría que mis hijos si los tengo, sepan que siempre fui parte de algo más grande que yo, que las cosas valen la pena, que la constancia es una virtud que sabe dar frutos.
No me queda tanto por decir, pero si tienen que saber que aunque todo cambie, vamos a abrazar al cambio juntos, como tantas veces hicimos. Y mañana capaz sea destructivo, pero pasado es hora de levantarse con más fuerza que antes, con más amor en la mirada, y más experiencia en el alma.
Más viejos, si, pero mucho más sabios y juntos que antes.

26 de noviembre de 2014

Garabato

Las despedidas son una de las partes más difíciles de la vida. Quizás porque con cada paso construimos un camino, y cerrar cápitulos significa que tenemos que dejar atrás una parte de nuestro camino, una parte de lo que somos. Pero no es un dejar atrás de olvidar, como si nunca hubiese pasado, es un dejar atrás de transformar.
Vivimos transformando a cada cosa que nos rodea, a cada persona que conocemos. Y los demás nos transforman a nosotros, sea para bien o para mal.
Personas como las que forman esta gran familia que es Garabato, son de esas que con sólo conocerlas, llenan nuestra vida de experiencias buenas, y nos hacen ser mejores personas en cada paso. No se le puede poner precio a una experiencia tan grande y enriquecedora como lo es formar parte de esta familia.
Muchos llegamos acá de chicos, y ninguno espero que algo que parecia sólo un taller, se convirtiera en una parte crucial de nuestras vidas, en una de las estructuras que nos sirven de base cada día mientras seguimos creciendo y construyendónos a nosotros mismos.
Mujeres tan fuertes como Nancy y Coqui nos sirven de ejemplo, y nos enseñan y demuestran que la única forma de ser felices es ser nosotros. Y son estas mujeres las que por tantos años se levantaron todos los días y hicieron posible que todo esto llegué hasta acá. Son ellas y su familia, que con el tiempo se volvió también nuestra, las que por amor nos bancaron en cada cosa que nos pasó, en nuestros errores, en nuestros problemas, en nuestras caídas y en nuestras victorias. Y nunca les importó que con el pasar del tiempo nos volvieramos difíciles, que las complicaramos, o que las circunstancias de la vida las llevarán lejos, y tuvieran que hacer un largo camino de vuelta cada vez. Ellas siguieron. Y por eso estamos todos acá hoy, para recordar, para reír y llorar, pero también para agradecerles cada uno de los sacrificios que hicieron por nosotros.
Lo que hoy se cierra es un ciclo maravilloso, que después de 26 años de momentos compartidos, hoy llega a un final. Pero esta familia sigue. Y nos va a acompañar en cada momento de nuestra vida.

17 de noviembre de 2014

En qué momento

¿En qué momento dejé de ser esa nenita que se sentaba y jugaba horas con sus barbies?
¿En qué momento empecé a tomar decisiones por mi cuenta?¿Desde cuando sé que tengo que hacer antes de mi mamá me lo diga?
¿En que momento pasé de organizar piyama party a organizar un aborto?
¿En que tiempo se perdió mi inocencia tierna?¿En que lugar dejé a esa chica que cruzaba la calle de la forma más segura posible?
¿Desde cuándo camino rápido, metida en mi mundo y en mi camino?
¿Hace mucho que mamá no me da la mano cuando caminamos?
¿En qué momento o dimensión descubrí a esta chica que hace compras con tarjetas, que maneja plata y que se mantiene a si misma viva?
¿En que clase de mundo me hubiera imaginado a mi cocinando una tarta de verdura?
¿Realmente hace mucho que le cuento a mi vieja lo que voy a hacer, en vez de pedirle permiso?¿Inclusive cuando es algo que va a traer consecuencias grosas en mi vida?
¿En que momento pasaron 9 meses de que vivo sola?
¿Cuándo estas mujeres que conozco hace menos de un año empezaron a tratarme como a su hermana?¿Cuándo empecé a tratarlas yo también asi?
¿En qué momento mi mejor amiga se embarazó?¿Fue al mismo tiempo que me autonombré madrina de esa criatura?
¿En que parte de esta cuidad me di cuenta de que la siento como mi lugar en el mundo?¿En que momento supe que a pesar de eso extraño con todo mi ser mi cuidad?
¿En qué momento me volvi una adulta? ¿Será en el mismo momento donde en los negocios de ropa me empezaron a decir que no había mi talle porque la marca era "más para adolescentes"?

8 de noviembre de 2014

Abstracto

Nunca fui una gran fan de lo abstracto más bien todo lo contrario. Soy la enemiga número uno de las matemáticas y las ciencias duras. Pero sí, tengo que reconocer que algunas cosas son abstractas en mi vida. Y las valoro mucho.
Lo lindo que tienen las cosas y las personas abstractas es que no lastiman. No pueden hacerte mal porque están lejos y no son reales. Cada vez que conozco a alguien, le creo un clon abstracto que vive en mi cabeza. Son iguales, pero al clon le puedo sumar las cualidades que quiero, le puedo dar emociones, poner palabras en su boca, e imaginarme vidas, historias y castillos de aire con él.
Pero una vez que conoces a esa persona, inclusive aunque ya sintieras que la conocías, todo cambia. Porque pensar a los demás en abstracto no dura para siempre.
Y ese chico lindo con el que te imaginaste una vida, tiene novia.
Y esa mina que tan forra te parecía que podía ser, es una buena persona que se vuelve tu amiga.
Y ese enigmático ser que pensabas que era igual a vos, es una persona de carne y hueso, con una vida y una forma de ser distinta de la tuya.
Pero aunque siempre me apena un poco cuando mis abstractos caen, las personas siempre son preferibles a las ideas que tengas de ellas.
Y hoy te conozco, si te cruzó en la calle, iría a saludarte y te abrazaría como debe ser. Y hoy terminé aceptando que a veces sos un forro, pero que te quiero igual. Y hoy más que nunca sos mi amigo, uno real y no abstracto.
Chau Zukini Rey, no te voy a extrañar para nada.
Hola Trem, gracias por querer a mi yo real.

Zoe

Como bien queda claro en el título de la entrada, esta entrada es para una chica que se llama Zoe, y que vive en mi pensión. Ella se va mañana a su casa a pasar las vacaciones, y no pude evitar pensar un montón de cosas cuando me enteré que se iba.
No puedo decir que sea específicamente mi amiga, porque no la considero asi. Pero si puedo decir que ni bien me mudé, ella fue mi primer compañera de cuarto, la primera persona que conocí, con la que compartí, la primera a la que le dije hola, le conté como me llamaba.
Muchas más cosas de las que podría numerar cambiaron en estos 10 meses en mí y en mi vida. No veo nada de la misma manera, y todos mis miedos cambiaron. Todo. Soy otra persona completamente distinta.
Y por eso mismo mañana cuando la salude y le de un abrazo, todo va a ser tan raro. Ella no es la misma, yo tampoco. A pesar de eso pasamos casi un año viviendo juntas, y sé que suena cursi, pero crecimos juntas de alguna manera. No por eso va a ser mi despedida más dolorosa, porque sé que voy a extrañar a otras personas mucho más que a ella. Pero si es una de esas despedidas que te dejan un sentimiento raro, algo parecido al vacío, algo que te abruma porque sabes que no podes parar estos cambios, y a la vez no es que lo quieras, sino que simplemente te gustaría poder ver un vídeo de ese primer día, ver todo de nuevo como era, para pensar más allá de lo que sentis hoy.
Los balances de fin de año nunca me salieron bien, capaz que por eso quisiera hacer un reset que me de un poco de espacio para entender este año. El año pasado, en el frenesí de que todo terminaba, de que mi vida iba a cambiar de forma irreparable en breve, casi sentía que mi vida se terminaba, o por lo menos una parte de ella. Hoy siento que abro otra etapa, pero ya no tengo miedo a dejar personas atrás, ni a cambiar, ni a llorar si algo sale mal.
Yo soy una persona más segura de mi misma que lo que fui, y eso me hace mucho bien. Porque crecer es una palabra loca que da miedo, pero que no debería asustar a nadie. Nada es tan grave.
Por eso quizás nunca te lo diga de frente, porque no somos personas cursis, ni creo que seas muy amiga de las despedidas, pero gracias Zo, gracias por cada cosa que aprendí de vos en este año, gracias por las charlas, y la paciencia, y por conocerme desde el principio. Gracias por empezar una gran aventura conmigo, y espero alguna vez volverte a encontrar. 

21 de octubre de 2014

Todavía

La soledad paraliza al miedo, y el miedo me paraliza a mi. Y no sé donde estas, tampoco lo voy a saber, y a eso ambos lo sabemos. Podrías habérmelo dicho, y yo podría haber preguntado. Y ninguno hizo ninguna de esas cosas. Tengo miedo y ninguna respuesta, tengo frío porque siento que tenes frío.
Quiero creer que estás ahí, porque si te pierdo me pierdo a mi misma, porque cada minuto al lado tuyo es un regalo, siempre uno distinto, y quiero seguir recibiéndote.
Y el miedo que me atraganta los sueños, que me amenaza con no saber que te puede haber pasado. Y las ganas de llamar, de preguntar por vos, y el simple y aterrorizante hecho de no saber que me van a contestar.
Perdido en el medio de la nada te dejo ir, flotá tranquilo mi hermano, no sabes que hacer y yo tampoco. Pero en ese breve instante nuestro por siempre, ahí me queda tu esencia metida en los huesos, en cada rincón de mi ser. Espero no estar siendo ciega, porque realmente te quiero ver volver. Quiero encontrarte en esa estación y abrazarte como si nada nunca cambiará.
En algún pasado pretérito me dejé tu hermosa sonrisa, junto a mi risa y a un mate que se enfría..¿Por qué no lo tomas? No me dejes en esta plaza, en este 29 de febrero de un año que nadie puede precisar. Vos sabías, que para no dejar huellas la única forma es nunca pisar. Y por eso te amo como se ama a un pájaro, de esa manera fraternal y libre, dejándolo ser porque no podes, ni queres, encerrarlo. Porque control para vos siempre fue una mala palabra, y de a poco me contagias un poquito de ese espíritu, corazón. Te dejaría ir tantas veces como lo pidas, y lo sabes. Y por eso no me preguntas más, y sólo te vas.
Agarras esa mochila errante que lleva cada pedazo de tu alma, te la cargas al hombro y no me prometes volver, porque nunca prometes cosas que no vas a cumplir. Y eso lo odio de vos, porque las promesas mantienen con vida a mi ser, y ahora sólo espero y no sé. No sé como no extrañarte más. No sé como recuperar un momento. No sé si te perdí. Ay mi sol, ahora entiendo lo que es vivir en el limbo, en la incertidumbre y en el terror de la ausencia, ese miedo a despertar.
Y como toda Penélope que espera, aunque no seas mi amor, ni el de otra persona, todavía espero verte en alguna vereda, saltando los cordones, haciendo malabares, en esa brisa fresca que recorre los lugares donde la gente hace lo que ama.
Y te tengo, en cada poema que busca despertar a alguien, en cada voluntad de cambiar y de amar, en cada persona que veo en la calle, y en mi misma.
Todavía espero que esto sea una mentira, que mi pluma no escriba lo que puede ser, todavía espero encontrarte.

1 de octubre de 2014

Dualidad

Dualidad. Sin duda una de las mejores palabras para descibrirme, incluso si tuviera que hacer una definición mía, le anexaría un dibujito de un muñeco de palitos, que no alcanza algo que está muy alto.
Sin duda, ese muñequito me define muy bien, en el sentido literal y el figurado también. Soy bajita, solamente un metro cincuenta y un par de centímetros. Ah, y vivo queriendo ser una persona que nunca llego a ser.
No es tan malo como suena, a veces tengo temporadas de amor propio. Pero hay otras veces que mi yo real se aleja tanto del ideal que hasta duele, como si esas dos partes de mí se rompieran al despegarse una de la otra, tirándome hacia dos lados opuestos.
Nunca voy a entender como ella lo hace, siempre se lo digo y sé que suena raro pero la admiro en muchos sentidos. Porque se parece a mí, incluso más de lo que a veces muestra , lo sé. Prro de alguna mágica manera logra canalizar lo mejor de lo que alguien como yo puede llegar a ser.
No la idealizo, sé que tiene que tener sus trabas y fallas como todos, pero domina un secreto para ser feliz que no entra en mis cálculos en ningún sentido, y que nunca va a entrar. Simplemente no puedo quitar todo lo malo que está en mí, por eso lo admito y eso simplemente aleja a los demás.
No en sentido literal, pero ese silencio mortal cuando termino de decir lo que pienso o siento, lo dice todo. Nunca me preocupo mucho el rechazo, siempre pensé que una tiene que superarlo y ser mas fuerte que él en todos los sentidos.

Pero si me asusta mucho fracasar, enormemente. Simplemente, no entra en mi cabeza que vivo anhelando algo que cada vez que estoy cerca de lograr, consigo alejar. Nunca doy el paso que me deja llegar. Y nunca lo voy a dar.

Pedazos marginales de un futuro incierto

Me levantó de golpe, me rodea el silencio. Y tu voz no está, no está al lado mío, tampoco en la cocina o en el balcón. Inspiró fuerte tratando de encontrar ese olor a cigarrillo que había cuando te quedabas, pero el aire está puro, y por la ventana que me olvide de cerrar entra olor a lluvia.
No sentí cuando empezó a llover, se podría haber llenado de agua el piso y no me habría dado cuenta. Vos eras el que cerraba la ventana, apagaba la luz, y sólo después de ese ritual tan doméstico y cotidiano, te acostabas al lado mío, y me abrazabas.
Yo siempre me olvido de algo, la memoria nunca fue mi fuerte, el orden tampoco.
Quiero café, pero no quiero levantarme a hacerlo. Irónico es pensar que un monoambiente me iba a parecer enorme alguna vez. ¿Quién diría? Me acuerdo cuando me decías que vivía en un cuadrado, y yo sintiendo que ahora vivo en una cancha de fútbol.
Erámos un juego de encastres, corazón, me acabo de dar cuenta. Y nunca encajamos del todo. Y hoy soy pedazos de vos y de mí. Y aunque no hablemos, sé que sos pedazos también. Pequeños pedazos que solían juntarse y trataban de formar algo, bueno, o malo, o como fuera. Recortes de un nene de primaria, abandonados al fondo de la mochila, peleándonos entre nosotros para hacer una forma geométrica, una que le guste a la maestra.

Pero nunca supimos pintar dentro de las líneas. Y hoy camino sola pensando por qué ironía de la vida me siento como un triángulo siguiendo los rastros de un rombo que tenía mucho más de cuatro lados, y no tenía café en la alacena.

Poema al amor no descubierto

Si después de una buena idea nunca pueden salir dos
Si los que pierden festejan más aún que el ganador
Y si las calesitas vuelven
Ojalá que sea asi, amor
Quiero subirme con vos y cambiar el cuento de hadas
La princesa se salva sola y se enamora del bufón
Que más que bufón es el sueño de cualquier corazón
No todos lo ven, pero él sabe
Y yo sé
Y ahora que sé nunca más voy a esquivar
A ese que parece menos pero termina siendo más
Escribiría miles de antologías y poemas de amor
Pero con uno alcanza
Porque cuando mi rutina necesita de vos
Y lo más monótono, lo pintas de color
Entonces no hay palabras al final de la oración
Sos mi héroe y yo tu fuerza
La sirena y el dragón
Que cada día salen a buscar algún rincón
Donde los finales no son rosas
Y tampoco hay desamor
Donde ven juntos la vida pasar

Hasta que un día se apague este infinito compás.

24 de septiembre de 2014

Cuantificadores

Tengo un problema, y esta vez es grave. No puedo sacarme de la cabeza la lógica, y no es una joda ni nada asi; realmente me está molestando pero de a poco veo el mundo distinto, no se si será porque tengo la cabeza quemada o porque algo en mi cabeza está naciendo, pero si puedo decir que me asusta, me intriga y me controla.
No tengo intenciones de darles una clase sobre la lógica, porque los embolaría demasiado, pero sin duda quiero que sepan que los cuantificadores son unos símbolos muy quilomberos y efectivos, cuya función es la de decirnos cuantos individuos están metidos en un conjunto. Y como mi cabeza rebosa de ideas lógicas, me puse a pensar que pasaría si pudiéramos conocer los cuantificadores de la vida cotidiana. Sería interesante saber realmente cuanta gente abarcamos cuando hablamos, nos serviría para conocer mejor a las personas, para saber quienes son los que adoran generalizar y siempre piensan que todos seguimos in estereotipo, o esos que son detallistas, que nunca hablan por los demás sin saber, a veces sabiendo tampoco hablan.
No es que esas cosas sean un secreto tan difícil de decifrar, pero si es algo que nos requiere de tiempo, que nos consume paciencia y amor. Si, amor, porque la única manera de conocer realmente a alguien es quererlo, y eso no me lo van a poder negar. Cuando uno quiere, sabe lo que quiere, por lo tanto conoce el trasfondo de eso que quiere y no solamente la parte tierna de la historia, o esa que todos saben. Conocer, es amar en muchos sentidos, porque cuando sabes la verdad sobre algo, y conoces los pespuntes, ahí es donde realmente podes empezar a sentir más allá de cualquier prejuicio, más allá de algunos o todos los obstáculos, donde podes conectar tus verdades con las del otro, y siempre terminas queriendo a ese otro ser, que se conecta tan profundo con vos, que no oculta lo que es. Porque hay muchas clases de amor, hay muchas verdades, y hay mucha más lógica en la vida de la que me gustaría admitir.
Brindo por un mundo donde todos podamos poner un universal al lado del corazón.

Sabor

Hoy el día para mi tiene sabor a cansancio, sabor a que las cosas no siempre salen como quiero, sabor a que mañana va a ser otro día y hay que empezar de nuevo.
Pero ese sabor puede cambiar, por esas cosas, porque siempre hay un mínimo detalle agridulce, o simplemente agrio o simplemente dulce que te puede cambiar el día y la vida.
Porque solamente somos una colección de sabores.. ¿o somos mucho más? Siglos de filosofía pueden dar una respuesta más acertada que esta mente cansada que se recuesta sobre si misma, buscando una salida, un poco de alegría, sabiendo que eso esta ahí y es cuestión de recorrer la estancia con la mirada. Porque una chica de sólo 18 años, chica para tanto, adulta para tan poco, estudiante, agotada, feliz, testaruda (demasiado, siempre), y a su vez, un conjunto de sombras y luces que se unen en un complejo retrato que puede verse y reflejarse de múltiples maneras, algo así como una copia eterna de la realidad que pasa por mí, no a través, sino por, por mi cabeza, mi corazón, mi esófago y demás lugares que lo reconstruyen e inventan a cada segundo.
Si no hay dos segundos iguales, si nunca voy a ver dos veces a la misma cosa, a la misma persona aunque la tenga justo delante mío todo el tiempo, ¿Por qué siento la necesidad de verte cambiar en mi (in)constante túnel, de que cambiemos juntos aunque sepamos bien que eso no es posible?
Ojala que este arrebato de palabras y emociones llegará a vos para que me escuches, me encuentres, me busques o para que no hagas nada de todo eso, porque ni yo sé lo que quiero, ni vos tampoco lo sabes, y sólo se que no sabría mirarte otra vez, porque solamente vas a ser eso que fuiste ese marzo tan lejano y tan cercano, ese día que el viento sopló y enloqueció a la gente, y a nosotros también.

21 de septiembre de 2014

Un año sin escuchar ese sueño

Hace no mucho pasó un año desde la promo, desde ser parte de Steven Spielberg, desde estar en el último año y llena de expectativas, de sueños, de miedos.
Simplemente voy a hacer un balance de este último año en mi vida, de todo lo que pasó entre el 19/9/13 y hoy. Básicamente, puedo definir todo eso como un giro de 360 grados, un cambio completo.
Vivo en otra cuidad, tengo una rutina completamente distinta, me cambió la cabeza en muchos sentidos, estoy rodeada de personas que conozco hace muy poco, y se volvieron importantísimas, y también de personas que conozco mucho y que de a poco se vuelven menos cruciales. Aprendí a valerme por mi misma en muchas cosas, a ser más libre, responsable y independiente, sin que alguien este atrás mío guiándome, retándome, pero también sosteniéndome en cada caída.
Las cosas son distintas, la realidad es otra y muy buena, pero siempre me va a quedar es recuerdo lindo, esa nostalgia pegadita a un costado de lo que soy, que recuerda esa que fui cuando fui promo.
Viviendo cada segundo voy, no sé como van a ser las cosas mañana, y apenas entiendo como son hoy, pero sigo acá y eso es lo que más vale la pena.

31 de agosto de 2014

My roomate, M

Decididamente, le quiero dedicar esta entrada ,que seguramente nunca a va ver, a mi compañera de cuarto. No se bien por qué pero hace bastante tiempo que quiero escribir sobre ella, en si, que quiero reconocerle todo lo que hace día tras día por mi.
Y aunque nunca lea esto, yo sé bien que necesito hacerlo. Asique empecemos:
¿Qué puedo decirles de ella? Muchas cosas sin duda, la primera que es pisciana, igual que yo, y ya eso me dio un indicio de que me iba a caer bien. La segunda, que es una mina tranquila la mayor parte del tiempo, otra cosa en la que nos parecemos. Y por último, la tercera es que es paciente, sin duda la persona más paciente que conocí en mi vida.
Todas esas cosas mezcladas, logran que alguien conviva 7 meses conmigo y siga queriendo hacerlo por 3 meses mas. Una cosa nunca antes vista. Y es que lo rompebolas que puedo llegar a ser, mis cambios de humor repentinos, mi verborragia casi constante y mi agresividad recurrente, hacen que nunca sea fácil conseguir a alguien que tenga ganas de pasar mucho tiempo conmigo.
Pero la suerte nos unió, y por una de esas casualidades de la vida le tocó compartir cuarto conmigo, y a mí me tocó conocer y convivir con una de esas personas que cambian la manera de ver las cosas, que te hacen crecer como persona con el solo hecho de ser como son.
Sé que puede sonar un poco aburrido pensar que voy a hablar toda una entrada sobre ella, pero vale la pena. Si pudiera haría que todos la conozcan. Pero como no se puede, voy a seguir hablando. No sé cuantos de los que leen el blog alguna vez convivieron con alguien viviendo "solos", valga la redundancia. El punto es que cuando te mudas solo, por más listo mentalmente que estés, hay cosas que no sabes hacer, que no queres hacer y que nunca tuviste que hacer. Y eso es jodido para cualquiera, y ahí entró la influencia de M en mi vida, ella me enseña día a día a ser responsable, me enseña a madurar, a encarar las cosas de una manera más conciliadora, más positiva, que yo sola decididamente no alcanzo.
Conocer personas tan maduras, tan armadas en su vida, firmes en su cimiento, tan seguras de si mismas y de lo que tienen que hacer, sin duda es un placer. Porque aunque no quieras, aunque seas una porfiada muy porfiada, algo de esa madurez se te pega. Y de a poco te das cuenta de que la persona que tenes al lado no es solamente una amiga, una compañera de cuarto, una chica en la misma situación que vos, sino que también es tu vieja, cuando te dice algo que no queres escuchar, cuando se preocupa por vos; también es tu hermana, cuando, cansada de retarte, te hace la gamba y te aconseja para que las cosas salgan bien; también es tu gemela, cuando se entienden sin hablar, se rién de algo que no es gracioso para los demás pero que si lo es para ustedes, y cuando se miran y ya saben como esta la otra.
Todas esas funciones, la familia completa, es una compañera de cuarto. O por lo menos, la mía.
Nunca te voy a poder agradecer lo que me bancaste, me bancas y todo lo que me hiciste crecer como persona. Porque tan buena gente no se consigue en cualquier lado, y por eso aunque casi nunca lo exprese sos mi hermana, hoy y siempre.


27 de agosto de 2014

Si alguna vez dejo este mundo viva

¿Qué harían ustedes? Si por alguna razón metafísica pudieran dar una última vuelta por el mundo terrestre antes de dejar de existir para siempre.
No sé bien lo que haría, no podría hacer una lista porque sentiría que cada cosa que agrego quita a otra, pero si puedo asegurar que no le dedicaría tanto tiempo a la gente que amo, y usaría ese tiempo con la gente que pude amar pero nunca llegue a conocer lo suficiente como para que esto pase. Suena algo egoísta, ya sé, pero capaz que si lo piensan no es tan loco.
Le dedicamos nuestra vida a las personas que forman parte de ella, les damos nuestro tiempo, nuestro amor, dejamos parte de nosotros en ellos y ellos en nosotros. Y más allá de los problemas, y los conflictos, de si las cosas están saliendo bien o no, lo más importante es que en las situaciones límite sabemos que contaríamos con muchas personas preocupándose por nosotros, revisando cada detalle, y viendo que estemos bien. Porque el amor es más fuerte que cualquier guerra, y el sufrimiento por más humano que sea, esta teñido de amor, un amor tan profundo por lo que sea que nos hace mal.
Y aunque todos sabemos que en algún punto podemos ser más buenos, mas amables y comprensivos, que podemos hacer las cosas mejor. A pesar de eso cada día nos levantamos y la peleamos y eso a veces tendría que sernos suficiente.
En fin, volviendo a eso, todos los días hacemos cosas por los demás, damos parte de nosotros, y recibimos mucho de ellos. Pero hay casos que son excepciones.
Son muy pocos, no sé si alguna vez les paso, pero como ya deben saber si leyeron entrada antiguas, cada tanto encuentro a personas que me cambian la vida sólo con verlas, con conocerlas. Y por la vergüenza, por el miedo o porque no sabes como hacerlo, muchas veces al día dejamos ir oportunidades de conocer más a personas que nos marcan en algún sentido, que nos enseñan algo de a vida con solo mirarnos, reírse, o decirnos algo que nos deje pensando. Soy muy mala siguiendo mis impulsos, nunca sigo a esas personas, y solamente las dejo ir.
Por eso, si tuviera un día extra en mi vida, me sentiría conforme con la vida que me tocó vivir, con la gente que conocí, con las personas que me hicieron ser quien soy. Pero no lo usaría en ellas, sino que encontraría por lo menos a una de esas personas que nunca seguí lo suficiente, que no les permití seguir transformando mi vida un rato más. Y viviría aunque sea un momento más con cada una de ellas, pensando que ellos o ellas, son las piezas que me faltaba completar para que mi vida sea completa, imperfecta, y no muy fuera de lo común, pero completa al fin y al cabo.

6 de agosto de 2014

Poema en tres canciones

La primera regla fue no dejarme caer
No la sabía nadie
Sigue sin saberla nadie
Excepto por alguna voluntad perdida
Que busca luz en un farol cualquiera
Porque no hay farol que ilumine como ella
Hay algo en su risa
No veo como tanto silencio puede hacer tanto ruido
Tampoco veo como una inmensidad se puede llenar
Solo con tres canciones
Solo veo inmensidades llenas de silencios
Almas rotas que corren a refugiarse
Porque en la noche oscura nadie se quiere quedar
Si hay un poco de miedo en todos
¿Qué es lo que me hace querer luchar?
Un motor diario que agrega sueños
Para calmar el frío o solo para volar
Una pastilla muy grande para tragarla
Un sueño roto perdido en el bulevar
Si nunca supe contar bien las historias
¿Me queres decir qué hago acá?
Disfrazada de alma vulnerable
Que se hecha un rato a llorar
Esto es un robo
¿Para qué negarlo?
Y que en cada esquina
Me esperé una mirada audaz
Que me inspire para rendirme
Y de una vez por todas nadar
Adonde Ítaca se vuelve el almacén de acá a la vuelta
Y entonces me doy cuenta
Que nunca fue tan difícil llegar.  

31 de julio de 2014

Expectativas 3

Creo que los tengo medio abandonados, pero no es casual que publique hoy, último día de Julio. Un hermoso mes, que este año adquirió muchos significados para mí. Es gracioso, nunca me hubiera imagino que un simple mes podía contener tanta emoción, tanta cosa linda y momento vivido.
¿Por dónde empiezo? Capaz que por el 5 de julio, cuando el mes estaba en pañales, cuando conocí en persona a una de esas personas que te cambian la vida, la manera de entender el mundo y que te marcan. Ustedes lo conocen, capaz que nunca dije su nombre, pero aparece en cada lugar del blog, así como a veces lo veo en cada lugar de mi vida.
MI querido amigo, ese zukini cabeza dura que me transformó la vida, lo conocí este mes. Y fue exacto como tenía que ser. Simple, sin complicaciones, ni más vueltas, porque nuestra amistad nunca las tuvo.
Hace casi 3 años que hablamos, siempre, nunca pasa demasiado tiempo entre nuestras charlas, y ya llegamos al punto de necesitar el consejo del otro, o por lo menos que sepa en que andamos. Con eso alcanza. Yo sentí la confianza de una, y creo que unas semanas después de haberle hablado por primera vez, ya le confiaba cosas que sólo mis mejores amigos sabían. En todo este tiempo, más allá de las jodas, las ofensas, las peleas boludas y las "burlas" que tanto nos caracterizan. él nunca me falló.
Porque es como un hermano para mi, una segunda voz, una personalidad TAN distinta a la mía que es gracioso, que es grotesco. Cuando me dicen: "Pero cómo, deben ser re parecidos para hablar así, tanto tiempo", me rió por lo rara que es nuestra amistad. 
Y así como es siempre nuestra amistad fue conocernos, un abrazo, y ya salimos caminando y hablando de cosas, que se yo qué, siempre hubo algo que decir. Me alegro de que no hubiera silencios incómodos, ni momentos donde lo sintiera distinto a lo que siempre fue. Y acá estamos, en esta amistad que estrena una nueva etapa, la real, la de gente de carne y hueso que ya no vive a 350km, sino que con 1 horita y monedas de viaje en tren, ya están cerca uno del otro.
Y ese primer regalo que me hizo julio, yo no me lo olvido más. Sabía que este mes iba a ser diferente, especial, desde el primer minuto. Literal.
Por otro lado, termine mi primer cuatrimestre de estudiante universitaria, y muy bien por suerte. Heme aquí, adaptada, enamorada de La Plata, ciudades hermosas si las hay, y muy feliz de vivir ahí, y de construir mi futuro y disfrutar el presente todos los días.
Y las hermosas, gloriosas, esperadas, VACACIONES. Si, con mayúscula y se merecen luces de neón también, porque por primera y posiblemente única vez en mi vida, son un mes entero. Si, completo, y en mi casa, con mis viejos, mi hermana, mis amigos verdaderos, mi perra, mi hermosa cuidad natal.
Y así les digo que este Julio,. tuvo una magia única y especial. No sé si alguna vez les pasó, pero confíen en su intuición cuando sienten que sus expectativas están muy cerca de cumplirse, les juro que van a acertar.

3 de julio de 2014

Imperceptibilidad

Siempre me consideré invisible, por muchas razones que seguramente ya les he contado y ustedes pueden contar tan bien como yo. Pero creo que recién es hoy que me doy cuenta de que más que invisible, soy imperceptible.
No porque sea invisible a los cinco sentidos, como seguro diría la Real Academia Española, más que nada porque soy ese resto que la conciencia no nota cuando mira, ni cuando escucha, a veces ni cuando choca contra mí. Lo que pasa es que para ser perceptible te tienen que tener en cuenta, y de más esta decir que estoy 100% segura que para algunas personas no soy ni un mínimo punto en su universo. Para eso tendrían que sentir algo por mí. Y no uso la frase con el sentido de una peli de Hollywood, o el que se usa cuando uno se enamora.
La uso en el sentido más firme y concreto que se puede, en el de sentir "algo" (rechazo, cariño, pena, amor, amistad, lo que sea) que se diferencia de sentir nada, osea, de confundir a mi persona con el ambiente, con el contorno, como si no hubiera nada resaltante.
Y con esta entrada no quiero hacerlos llorar o ponerme en el lugar de victima, porque hace mucho que sé que soy imperceptible, y no hago nada para cambiar eso. Paso tanto tiempo esquivando la mirada ajena, el saludo, la charla incómoda e inevitable cuando llegas a algún lado, la opinión que el otro tiene, todas esas cosas me dan pánico. Por el simple y bastante feo hecho de que rechazo a las personas, rechazo sus iniciativas, rechazo su simpatía. por miedo.
Siempre le tuve miedo y cuidado a la opinión ajena, porque con lo que uno es capaz de opinar de alguien más, uno es capaz de hacer muchas cosas. La diferencia entre hundir a alguien, o elevarlo, solamente radica en cómo nos cae. Y eso es patético, pero real.
No voy a llegar a una conclusión reveladora, no voy a prometer intentar figurar más en la vista de los demás, ni voy a ponerme como meta hacer muchos amigos, porque todas esas cosas aunque quiera no las voy a hacer.
Me gusta como soy, aunque me traiga quilombos, aunque odie mis reacciones a veces, o como le caen a los demás, pero es así. Soy esto, y no siento necesidad de cambiarlo.

27 de junio de 2014

Azufre

El azufre es útil cuando te duele la espalda, porque lo pasas suave sobre la piel, y hace que los aires se vayan de adentro tuyo y lo quiebren a él. Los azufres son como los seres queridos.
Cuando las cosas nos superan, son más fuertes que nosotros, es en esos momentos donde necesitamos personas que sean nuestro azufre, con esa fuerza y capacidad de bancar las adversidades, con ese toque mágico que nos permite dejarnos vencer porque sabemos que el otro va a estar ahí y a soportar lo más jodido, eso que nosotros no podemos afrontar solos.
Pero lo que muchas veces nos olvidamos es que los azufres no son eternos, sino que en un momento se quiebran del todo, y ya no sirven más. Si tenemos a una persona que siempre banca todo, es normal que en un momento ya no tenga más fuerza adentro de ella, y se quiebre, se deje caer, se deje abandonar y nos dejé a nosotros sin ese elemento químico que nos salvaba tantas veces.

Convivencia

Casi me parece mentira que hace 5 meses que vivo en comunidad y nunca les conté nada, tiene un poco que ver con que tengo el blog medio colgado, pero también con que es un tema sensible en mi vida, y aunque parezca mentira todavía no me puedo acostumbrar del todo a esto de vivir de a muchos, o mejor dicho muchas.
Capaz que alguna vez lo dije, pero estoy viviendo en una pensión, mal ubicada en la hermosisima cuidad de La Plata. Vivo enamorada de este lugar, de la manera en que cuando hay sol parece que todo es genial, de la corriente de gente, de la energía que uno ve y siente cuando camina por las calles llenas de gente, de las plazas inmensas que se llenan de amigos, familias, parejitas y otros especimenes que vivimos por acá.
Pero como todo cuento, tiene un costado malo, que como es real nunca es del todo malo: LA CONVIVENCIA.....chan chan chan, ¿Qué puedo decir de la peculiar experiencia de vivir con 12 personas más cada día de mi vida? Muchas cosas sin duda, dependiendo el día y el momento son muuy variadas.
Voy a empezar contando los momentos malos, como cuando ves que tenes que compartir un horno y 4 hornallas y empieza esa desmedida carrera para ver quien se queda con ese mínimo espacio para cocinar, necesario e insuficiente, ni pensar en las comidas elaboradas, que tenes que empezarlas temprano o resignarte a que vas a comer a las 12 de la noche, porque hasta que te consigas un lugarcito en la mesada donde apoyar algo por 10 minutos sin que desaparezca, se lo coman o te roben los cubiertos.Y es en esos momentos donde no importa lo mal que cocinen tus viejos, sin duda extrañas tener a alguien que te llame cuando esta todo listo, o por lo menos un poco de espacio para experimentar en la cocina o preparar algo que de verdad te motive a comer.
También esta eso de que todas tenemos horarios distintos, y nunca sabes a que hora las otras duermen o comen, o se bañan, o cursan o se van. Normalmente admito que eso me importa casi nada, pero cuando queres dormir una buena siesta después de cursar y no podes por los gritos, la cosa se pone jodida, más si tenes mi personalidad tranquila anti-gritos. O que te despierten los gritos a las 6 de la mañana de las pibas que vienen con un pedo tremendo y vos ahí tratando de dormir, pero bueno, son cosas que pasan.
La contraparte de todas las cosas horribles que tiene la convivencia son los buenos momentos compartidos, que te hacen olvidarte aunque sea por un ratito de que estas lejos de tu casa, y de la familia, porque es casi como vivir con amigos, subrayó el "casi", tampoco para falsearla. Y es que cuando miras la novela y todas putean al mismo forro que cuernea a la protagonista, o nos ponemos a discutir cual de todos los actores esta mas bueno, es un momento genial. También cuando escuchas que una dice "¿Alguien quiere pedir helado?" y media hora después estás sentada en una mesa, cagandote de risa y probando gustos raros que pidió la otra. Eso es buena vida.
Y por todas esas cosas y muchas más, odio y amo vivir en sociedad, porque como todo es una mezcla y una aventura, es venir sabiendo que 12 extrañas se van a convertir en personas que ves todo el tiempo, más seguido que a tus propios hermanos, y eso es complicado.
Nada en la vida real es bueno al 100% o malo al 100%, todo tiene matices, y la convivencia sin duda es una de esas cosas.

12 de mayo de 2014

One Day

Marzo:
Y un día supe que todo había valido la pena, extrañar, irme lejos, alejarme de todo lo que conocí en mi vida para conseguir lo que quiero. Es difícil, sé que puede ser peor, conocer la sensación de ausencia y ahogo que te provoca no tener un lugar seguro o algo conocido cerca, simplemente entender que es todo nuevo y no hay una mejor manera de afrontarlo que haciéndolo, sin pensar en lo que dejas atrás pero sin olvidarlo porque eso te hace la persona que sos  y la que podes ser. Los límites te los pone tu cabeza ¿Hasta dónde me puedo permitir llegar hoy? Y son esos los sueños y las formas de vivirlos, las formas de crecer y hacerse grande.
Mayo:
Y un día supe que por más irreconciliables que pueden ser algunas cosas, siempre hay un lugar donde uno puede refugiarse, siempre hay una sonrisa detrás de alguna puerta esperando que golpeemos, siempre hay una lágrima ajena oculta que quiere sumarse a una lágrima propia oculta, siempre hay un después. Y es ese después, ese encuentro con lo que una anhela e incluso con aquello que una nunca supo que iba a necesitar. Porque si la paciencia es un don, la espera es la condena, y la recompensa es lo que uno menos espera. No me quiero poner metafísica pero sé que no conocer el camino solamente lleva a conocer lugares nuevos, y que eso puede incluso ser más fuerte que lo que te motivaba antes, cuando recién empezabas. Y hoy convertís el odio en pan para poder cargar energías y seguir. Y no hay ningún Dios o entidad milagrosa que te venga a salvar, las bases firmes, el pelo atado y los guantes puestos que la lucha recién comienza y si vos no apostas por vos misma, nadie más puede hacerlo.

Lluvia de pisadas en un mar revuelto

Siempre quise tener una Ítaca, o como mínimo un Capri, un archipiélago o una isla donde ansíe llegar, un lugar seguro donde saber que las cosas no se acomodan solas pero que encuentran maneras indirectas de resolverse en mi cabeza. Es una idea complicada, pero es que hay algo en las islas que me llama la atención, algo en su aislamiento y en sus conexiones que hace que uno pueda desconectarse y a la vez encontrar algo. Ese algo que dejaron otras personas.
Desde donde lo veo, como las islas están rodeadas de kilómetros de agua, cada persona que las pisa deja un huella mucho más profunda que la que puede dejar en la tierra, quizás porque sabe que son un lugar donde todo se conserva distinto, hay algo del olor del mar que se filtra en las ideas y les da un toque a salado y a experiencia.
Si alguien va a una isla y vuelve exactamente como se fue, es porque no supo encontrar la esencia que ese lugar tiene para dar, espero algún día reconocer mi isla, esa que tenga guardadas las experiencias que quiero sentir para poder encaminar las mías propias. Quiero sentir el olor a mar y caminar los pasos que muchos pisaron pero que el agua llevó a otra parte y volvió a traer enriquecidos, me parece hermosa la idea de que un sentimiento o una vivencia pueda recorrer costa tras costa, sumándose con otras, dejando algo de sí, perdiéndose y reencontrándose una y otra vez, para anclarse en un pie humano y esperar a dar sus frutos.
Los pies son los que nos mantienen firmes y anclados, son la conexión con la tierra que pisamos y con lo que esta encierra, son los que definen nuestro camino a cada paso y los que nos dicen cuando tenemos que parar y dejar pasar un tiempo. Si uno apura la marcha de los pies, estos se enferman y nuestra marcha se vuelve lenta y forzada, otras veces cuando vamos a hacer algo que nos hace bien, son ellos quienes apuran la marcha y podemos caminar largas distancias sin sentir dolor, porque nos mueve algo más que la sangre en nuestras venas.
Ojala que esta idea llegue a una isla, y haga un viaje por el mar adonde tenga ganas de ir, ojala que conozca Capri, o viaje un poco en el tiempo y llegué hasta Ítaca.

28 de marzo de 2014

Las ventajas de ser invisible

Originalmente, iba a usar esta entrada para hablar del libro y de la película con el mismo nombre, pero uno nunca puede seguir las ideas de la misma manera si las retoma un tiempo después. Y hoy me siento invisible, o quizás me siento tan visible como para que nadie repare en mi.
Lo lindo de vivir en una cuidad grande es que nadie te conoce, no sos tu historia o tu parentesco, sos simplemente uno más de las miles de personas que miles de personas se cruzan cada día. A veces es lindo no sentirse especial, siempre vivi bajo esa premisa. No me gusta llamar la atención, ni ser una princesa, no me parece importante demostrar todo lo que siento y soy reacia a pedir ayuda.
Sé como disfrazar los sentimientos, sé mentir y fingir que las cosas están perfectamente en mi vida. Lo aprendí para no lastimar ni preocupar a los que amo, ya que siempre pensé que si la tristeza que una siente no tiene solución, compartirla solamente es otra forma de amargar a más personas.
Pero acá estoy, sentada en mi cama, mi castillo y fortaleza y donde más cómoda me siento, y tan sola. Sola por el hecho de que soy bastante consciente de la paciencia que se necesita para compartir tiempo conmigo. Sé que soy difícil y que me falta conciliación, porque un orgullo gigante vive tratando de abrirse paso desde adentro de mi cabeza cada minuto del día.
Y por eso extraño. Extraño que las personas me conozcan bien, que me banquen a pesar de todo, extraño que alguien pase horas hablando conmigo de cosas que no tienen nada que ver con nada, pero simplemente me hacen bien. Extraño que los demás sean capaces de ver a la persona que hay abajo de cada comentario, porque es un trabajo complicado y que requiere de un ojo entrenado, y de un corazón muy grande.
Extraño ser más que una persona en las vidas de las demás personas. Puedo estar bien, sé que puedo hacerlo. Pero hoy extraño más de lo que mi orgullo me viene permitiendo admitir, y no me puedo perdonar eso.

26 de marzo de 2014

Shock

Me dejaste shockeada, tengo que admitirlo. Conocerte me alegro un día que venia mal, y además me dejo con muchas ganas de verte, simplemente eso, creo que haría muchas cosas solamente para pasar 45 minutos hablando de libros, de música, de todo con vos.
Te conocí e una librería chica y familiera, y sentí que estaba adentro del argumento de una película. ¿Cuántas chances tengo en esta vida de ver a un chico y enamorarme de manera instantánea? Conociéndome bien a mi misma, muy pocas en realidad. Pero vos viniste a mi vida para romper reglas, me di cuenta enseguida.
Y lo más doloroso de todo esto es que después de haber pasado el mejor rato charlando con vos en esa librería que empecé a considerar mágica, no sé tu nombre. Me dio miedo preguntarte, sentía que iba a arruinar el momento y eso seguramente fue estúpido, pero fue lo que pensé. Y ahora estoy sentada pensando en vos (una costumbre reciente, tengo que admitir) y no sé ni siquiera como decirte. En mi cabeza siempre vas a ser el chico de rulos que ama la poesía y estudia literatura.
Ojala que la vida nos vuelva a cruzar, juro que si pasa te pregunto tu nombre, porque simplemente lo necesito.
"Y yo sola con mis voces, y tú tanto estás del otro lado que te confundo conmigo."

17 de marzo de 2014

La historia del sol que nunca amanecia

Nunca pude comenzar un cuento con "Había una vez..", tampoco sé como hacer que sigan su curso sin irme por la ramas. Siempre pensé que cuando alguien se va por las ramas, es porque esas ramas son mucho mas interesantes que el tronco, y podrían volverse un tronco con más ramas. Y de alguna manera encontrar una forma de unir las ideas en red, de captar el valor exacto que cada cosa tiene para uno mismo, esa es la magia de las conexiones.
Y eso no tiene nada que ver con mi sol, porque tengo que admitir que esta no es la historia de un sol cualquiera que me cruce por ahí, es la historia de un sol que me ilumina y me alienta, uno que vale la pena cada día de mi vida.También es la historia de mi hermano de alma, de mi amigo, de la persona que crea un vínculo hermoso donde no había nada más que un nombre desconocido. Y ese solcito se me marchita de a poco y no sé como ayudarlo.
Tengo mis dudas de que haya una forma exacta de saber como ayudar a otra persona, a pesar de eso pongo empeño día a día en conocerla y estudiarla, pero mientras tanto me siento sola a pensar como ayudar a los que amo. Y amo a mi sol, porque siempre supo sacarme del encierro de mi cabeza, siempre supo ayudarme a superar las ausencias. Lo más irónico es que hoy es él quien se siente solo y yo no sé como puedo solucionar algo. Porque no puedo correr a abrazarlo, ni sentarme a tomar mate con él. Solo puedo mirar una pantalla fría y hablar de la manera en que sé que mis palabras van con calidez, van con empuje y fuerza para seguir un día más.
Es gracioso como las personas buscamos solucionar las cosas, yo odio pedir ayuda, y él también. Y precisamente por eso nos ayudamos mutuamente, para no morir ni decaer, para no aflojar.  Y hoy sólo me sale decirle lo importante que es para mi, y lo poco que puedo hacer y lo mal que eso me hace. Quisiera una manera más fácil de hacer las cosas, aunque estoy segura de que si se dio así no hay porque cuestionar.
Sólo me queda pensar que en cada palabra veo un gesto con la fuerza de un abrazo, en cada puteada cariñosa veo una cotidianidad que nunca existió, en todo lo que es veo una forma de volver a entender lo que soy. Y ojala que yo pueda hacer lo mismo por ese sol que nunca amanece

2 de febrero de 2014

Cierre de página

Hoy es un dia raro, definitivamente. Hoy estoy cerrando muchas páginas, aventurandome a nuevos caminos y capítulos en mi vida.
Voy a mudarme, voy a cuidar de mi misma, voy a conocer gente nueva y en un tiempo más, a empezar la carrera que quiero que defina el resto de mi vida. Voy a comenzar a caminar en la dirección donde me gustaría encontrarme en un futuro. Y si de algo estoy segura es que nada va a salir exactamente como la espero porque nada nunca es tan perfecto como lo soñamos, y curiosamente estoy feliz de no saber. No saber que va a pasar en los próximos días, semanas, meses y años. Dejar un poco que la vida tome una parte del control, siempre recordando que yo también tengo que ayudar a dirigir mi propia vida.
Y a pesar de que todo eso pasa ahora mismo por mi cabeza, el nombre de la entrada hace referencia a otra cosa:
No sé si muchos de ustedes sean lectores habituales, si leen por placer o solo si es necesario. Pero hay algo que a todos les debe haber pasado alguna vez en su vida. Es ese momento donde el libro que leemos se puso más interesante que nunca, tanto que no podemos soltarlo.Y empezamos a leer como uno de los personajes esta en plan de salvar al mundo, y de repente ¡PAFF! Nos sorprende el sonido del libro al cerrarse bruscamente, y miramos a los costados como preguntándonos quien fue el/la que lo cerró, y nos damos cuenta que fuimos nosotros mismos, en plan de evitar llorar como nenitas o porque simplemente no podemos soportar la idea de seguir leyendo cómo los personajes que tanto aprendimos a querer mueren.
Es así, el personaje muere de la manera más heroica posible y se nos parte el alma a nosotros, y lo terminamos extrañando todo lo que queda del libro, y de nuestras vidas.
Hoy brindemos por todos esos personajes que quedaron en nuestra alma, por cada cierre brusco de un libro en cada lugar del mundo, por el valor de seguir leyendo. Y por el de seguir viviendo después de cada cierre de página en nuestras vidas.

11 de enero de 2014

Promesas

Que estúpida y cruel mania tenemos las personas de pensar que los demás se parecen lo suficiente a nosotros como para vivir en paz.
Solamente sé que me enoja, y mucho cuando las personas no demuestran sus verdaderas intenciones, cuando mienten, cuando la caretean, cuando no cumplen lo que dicen.
¿Por qué me prometes algo, me haces prometer, si no vas a cumplir nada al final? No me parece justo ver mis esfuerzos para que todo salga como creíamos, como teníamos la esperanza de que fuera, y ver que vos no cambias nada, ni siquiera insistís. No hablo de opresión, ni de nada, pero hace algo, conseguí un cambio, busca la dirección y camina, que nada puede ser tan malo o tan bueno como para que te detengas, y si lo haces por lo menos sabes que la peleaste, que querías ganar y hiciste un esfuerzo, y eso a veces vale tanto como conseguir el premio.
Desde que tengo memoria me enseñaron que uno tiene siempre que cumplir con lo que dice, por eso prefiero callarme antes que hacer planes que no sé si voy a poder realizar. Nunca le vi el sentido a armar castillos en el aire y compartirlo con lo demás. Los sueños son algo tan único y personal, que tendríamos que guardarlos para nosotros hasta estar seguros de que les vamos a poner ganas, fuerza y voluntad. Porque la palabra esta tan desvalorizada que es lindo escuchar cosas que son ciertas.