Es lo mismo que veo cada vez que les doy uno de esos abrazos de oso, de "Nos volvemos a ver", de "No te das una idea lo que me hacia falta verte", y es que sin duda, son un imprescindible en mi universo, una extensión de mi alma.
Paso mis días siendo lo que me sale, y en general eso es una persona con pretensión de parecer fuerte, de poder con todo, con muchas puteadas, con muchas quejas y con muchas sombras que me gusta mostrar en la primera impresión. ¿Qué espero con eso? Ni yo te sé decir, capaz que espero asustar a la gente, que se den cuenta de que las cosas nunca van a ser fáciles conmigo, que estoy llena de certezas (que cambió con cada estación del año, o mejor, con cada día); llena de miedos que disfrazo de seguridades, aunque a la legua se vean.
Pero esa es una imagen que nunca usé con ustedes, con ustedes siempre la risa le siguió a las puteadas, el amor al falso odio, la paz que transmiten es lo más puro que conozco, es lo que llena el alma de a sorbos y te hace sentir más fuerte que nadie en esta vida.
Porque ustedes necesitan muchos menos escudos que yo, aunque aún así los tienen, abajo de esa máscara de frialdad tan negociable; pero cualquiera que los calé un poco hasta los huesos puede ver su centro, puede ver el andamio espirtual que sostienen con el corazón y con la mente, pueden ver el poder de la fe, o de las energías o de lo que sea que los llene. Y yo los miro y sonríó, porque sé que con ustedes siempre estoy jugando un papel crucial, siempre sirvo como contrapeso, como extremo y como orden en el caos, como mano que los va a llevar por el unvierso si hace falta, ustedes me hacen sentir que estoy a cargo, y a cambio yo lo daría todo por verlos lejos de los quilombos y poder ayudar siempre, aunque sé que no se puede.
En medio de las risas, los cuadros, las cosas que creamos y el poder de nuestros colores y nuestras formas características, de nuestra esencia hecha obra, de las quintas, las piletas, los departamentos, los balcones, y las familias clandestinas, ahí los encuentro cada vez.
Brindo en soledad con mi té de la noche (porque abuela siempre) porque sean lo más eterno, y porque nuestros silencios siempre nos digan que estamos en excelente compañía juntos.
Elegí un paisaje y hacelo magia, como bien vos sabés
Miralo un rato y dale vida con tu pincel
Amá mucho siempre y dejate ser
Que a la vuelta de la esquina siempre nos veremos volver.