31 de marzo de 2017

Re-armarte

Vos sabés como soy cuando me pongo a la defensiva. Me centró en encontrar argumentos y me ocupo de desestimar lo que vos decís, me agarrá el ataque de probar que tengo razón. Hija de abogada tenía que ser, odio perder el orgullo y las peleas. A pesar de eso este año tengo como propósito ser un poco más adulta en cada decisión que tome. Y acá vamos:
Yo no me olvido que tuviste un año de mierda, que se te rompieron los esquemas que te quedaban y que nada más sobrevivió. Aunque me duele sobremanera que no me hayas pedido ayuda en ningún momento. Estás acostumbrada, supongo.
Me jode, y más me jode que nos ataques gratuitamente siendo que en físico o en virtual, más de una vez fuimos las únicas que te quedamos. Me molesta que te apoyes en muletas de cristal, que les confíes tu vida y tu autoestima a personas que te conocen poco y que cuando cuenta muchas veces no están.
El punto es que yo no puedo saber que es lo que necesitas, o querés, no tenemos esa conexión vaya uno a saber por qué. Eso y que vos siempre hablás tarde. Sumá esas cosas y vas a ver en que venimos fallando.
Lo que quiero hacer es ir y tirarte esta nota por la cabeza y ver como te retumba y te lastima. Quiero eso porque yo me pasé un mes entero con miedos, dudas y sentimientos feos que llenaban mis sueños.
Pero no, porque ser adulto es remixar lo que uno quiere, con lo que uno puede, y con lo que los otros quieren y pueden. Y yo no puedo dejarte mal y con más puertas cerradas. Por eso voy a intentar meter todo lo que pienso en una charla, y tenerla de forma calmada. Vamos a estar en desacuerdo pero tranqui, sin revolearnos nada.
Y lo más importante de todo, voy a dejar en claro que: TE DOY TIEMPO, ESPACIO Y TE DESEO SUERTE EN LA TAREA DE RE-ARMARTE, DE VOLVER A SER VOS, Y UNA VERSIÓN DIFRENTE PERO IGUAL, LA VERSIÓN QUE VOS QUIERAS Y BANQUES.
Tomate tu tiempo, odiame si hace falta y sabe que siempre pero siempre hay una puerta abierta en mi casa, con mis mambos, mis imposibilidades y mis juicios, pero siempre abierta para que cualquiera de las versiones de vos, la que vos prefieras, entre.
*Escribí esto antes la tormenta, pero lo sostengo a muerte. 

24 de marzo de 2017

Tiempo

Veo al tiempo correr al lado mío, lo veo, me mira, no se rie, solo llora. Y es que si hay una cosa dificíl en el mundo de los imposibles es ser tiempo. Imaginate el peso de dejar constantemente algo atrás tuyo, de matar a cada segundo un poco más, hasta que la cosa este hecha. Y de golpe el silencio lo inunda todo en la vida de muchos, pero el tiempo, persistente por sobre todas las cosas, sigue corriendo sin parar.
No estoy a tu altura tiempo, no conozco tan bien la pérdida, solo tengo la esperanza de dar la talla el día que se venga, el día que lo tenga que hacer.
Matamos por ser héroes, somos héroes porque matamos. Y morimos, a cada cosa su muerte, a algunas su nueva ¿vida? pero si la vida sigue ahí, esta en la muerte tanto como en sí misma. Esta en vos y en mí aunque la neguemos.
Tranquila, tranquilo, respiren y lloren si hace falta, que acá estoy. Hay tiempo mientras haya paciencia para construir, mientras haya vida algo hay que hacer, aunque no sea lo mejor que podemos hacer. Simplemente hacer, porque solo la acción te saca de la pausa, y porque una vez que accionaste de repente es más simple seguir haciendo, ya no querés parar, no queres quejarte, no queres tener miedo ni angustia, solo querés seguir haciendo, algo, o lo que sea. Y a pesar de todo, pensar es hacer,  no esta muerto el que se encuentra en una pizca de algo, aunque esa pizca sea sólo el reconocer que está perdido/a, no hay cosa más divertida que perderte.
Y me repito, siempre, porque aunque toda la vida le tuve(tengo) miedo a las repeticiones, si repetís lo bueno no puede salir algo malo. Lo aprendí de uno de los hombres más grandes que conozco. Asique gritá repitiendo, la palabra, los sueños, los miedos, los patrones, las mentiras, repetí porque si lo repetis es porque algo bueno hay por ahí. En este mundo es todo una cuestión de ver.

3 de marzo de 2017

Montañas sentimentales

Mañanas grises me hacen acordar de como pasa el tiempo. Me siento vieja, dejada a un costado, en franca y libre caída, el aire no alcanza. Respiro hondo, y me pierdo, me pierdo y la gente me mira con la cara que miras a un nene en la playa, falta que aplaudan nomás. Le erro a las calles que recorro desde hace tiempo, que he sentido mías y valiosas,  subo y bajo en esta enorme ciudad, me reencuentro en las palabras de los tacheros, en las esquinas del centro.
Pausa. Miedo, incertidumbre, ¿Me animo? Y, no pierdo nada, arranco a ver como mis pasos me siguen, o yo los sigo, vamos a ver. Y de repente antes de que te vea estoy en una plaza enorme, de esas que esconden secretos, como un submarino de cemento que lo soporta todo con su presencia, como si le tuvieras que pedir permiso antes de anidar en su verde, en sus bancos, en su forma de existir. Y yo pienso sin parar que esos lugares son donde nunca estuve, donde nunca me tome un puto mate, donde no pase más que de paso siempre, donde mis huellas no tienen marcas ni mi cabeza historias, donde no hay. Todo en mi vida apunta a entender la falta, el psicoanálisis, al arte, la sociología, etc. siempre con el versito de entender la falta y me siento tan vacía por dentro.
Me siento y vuelvo a pensar, en donde estoy, adonde me esta llevando mi cuerpo, ya sé, ya lo sé hace mucho pero lo negué, pero ahora vamos. Y arranco al barrio norte, al tripero, a las calles de siempre, a la farmacia, al buzón (si, hay un buzón!!), a la carnicería, al hospital donde tanto miedo tuvimos, a todo eso. Y me encuentro tanto, me pierdo y me encuentro allá, donde arrancó todo.
Yo siempre miré el mundo de la única forma que conozco, y es tan bajonero verse reviendo todo, verte lejos de eso, sentir que algo de vos se murió ahí, saber que un mar de personas recorre todo, que lo que de vos halla ahí es nada en comparación con todo lo que hay. Me quiero quedar en una esquina para volver a encontrar eso. Pero ojo, no quiero volver, ¿O sí? Si, pero bajo mis términos.
Camino mucho, hasta que los pies no dan más y hasta haberlo visto todo, una y otra vez todo, sonrio a personas para las que fui una clienta de hace años, una cosita pasajera que se esfumina en la vida diaria, en la lucha por seguir. El calor, el cemento, el verde de todas las plantas que son y dan, la mugre de las calles, tan típica, tan que siempre ha estado ahí, tan que siempre va a estar ahí. Entro y salgo. Voy y vengo. Me pierdo de nuevo, alguien que me explique que carajo me pasa hoy. Sigo, paro donde he parado, y encaro la vuelta a casa.
Casa, donde hoy soy, todo lo que ya no soy de ayer, donde me pierdo de nuevo pero sonrío mucho más, donde nada me ata, nadie me vigila, nada me obliga a pensar o sentir esos rencores, donde soy indestructible por fuera aunque sea un rato, donde soy siempre tan vulnerable, donde canto, donde me río sola, donde lloro a los gritos cuando todo  se cae, casa.
Y todo eso por un simple causante:Todo eso por el número pintando con aerosol, porque nunca poner plata para uno nuevo, por la puerta de vidrio sucia, por el pasillo largo, tan turbio como antaño, por los departamentos grandes, llenos de humedad, de hongos, de patios sin sol, por la cocina donde por única vez lavé platos ajenos, donde cocine arroz, fideos, pizzas, donde todo pasó, donde la ázucar se guardaba en un cosito con tapa verde que siempre tenía la tapa con ázucar humedecida en el borde, por la heladera vieja que no está más, por la conexión dudosa de la luz que más de una vez pensé que se podía quemar cualquier día, por la mesa de mierda redonda donde aprendí que mierda es estar en la facultad, que mierda es ser amiga de alguien si todo se va a la chota, que es ver amigos pero amigos posta ser lo que siempre fueron, porque el tender donde se secaban los apuntes manchados de mate, y de tardes, y de noches, y de todo, porque ese tender no está.
Y quiero que sepas, lugar turbio donde ni siquiera habia señal del todo, quiero que sepas que fuiste mi primer terraza, mis primeros parciales, mi primer amigo y compañero de estudio incondicional, mis primeros meses sola, mi primera historia que contar, mi primera risa fueron tus defectos, y fuiste lo primero que extrañé. Hoy ya no te extraño, no más, pero si te agradezco que seas cemento en vez de cenizas, que seas nuevo y viejo, que seas lo mismo, y yo sea tan distinta. Gracias por regalarme esa visión, ese "tener en cuenta", eso positivo y negativo que se hace uno en mí.

1 de marzo de 2017

Que desear

Llevo unos días un poco terribles, y con mucho laburo mental, y eso me deja en una frecuencia baja y casi penosa. Pero es marzo muchachos, y le tengo fe al mes de los comienzos.
¿Alguna vez pensaron que si bien las personas asocian enero con los comienzos, en realidad la vida arranca en marzo? Siento que sobre esto ya escribi alguna vez, pero es asi, la escuela, la facultad, algunos trabajos, la gente en la calle, las madres que dejan hijos, las personas corriendo, el ritmo de los latidos de la ciudad (que venía en baja desde diciembre) vuelve a subir, todo arranca.
Y con esa creencia, es momento de desearle a las personas que quiero las cosas que todos desean en enero, asique a todo el que lea esto, que lo lee porque se lo hice llegar en algún momento, o porque paso de casualidad, acá va:
(PD= Vengo soñando con personas que hace mucho que no veo, asique va para los amigos de años que el tiempo separó, y para los amores no correspondidos también!)

DESEO QUE ...
  • Que te halles en tus pasiones, que explores cosas nuevas por amor de descubrir, y que encuentres algo que te haga sentir que no hay tiempo ni lugar, que todo flota en una sincronía eterna mientras lo haces.
  • Que encuentres a alguien que te siga en todas las aventuras que quieras, que te lleve de la mano cuando estas cansado/a, que te acompañe sin pedir permiso.
  • Que abras un poco la mente, que veas nuevas realidades, diferentes (muy) a la tuya, que te caiga la ficha cada vez más de como todo es relativo siempre.
  • Que el arte aparezca en tu vida, como sea, que te lo presente quien sea, pero que te mueva  todas las fibras del cuerpo y te enloquezca, que las personas locas son tan hermosas.
  • Que el tiempo te sobre, siempre te sobre, para hacer eso que queres hacer,  y para vagear, para perderte en los caminos, y para cruzarte mucha cosa inusual que te haga mirar dos veces y te robe una sonrisa.
  • Que tus flasheadas sigan, que idealices cosas, que no caigas en la realidad enseguida, que vueles un poco, porque aunque duela la caída, el ascenso es todo lo que te hace humano.
  • Que no seas hipócrita, que no digas lo que no sentís, que veas las máscaras, y que aunque pienses que es tarde, toques timbre y aparezcas con una disculpa sincera y un abrazo que habilite el perdón. La gente es menos cruel cuando no los atacas.
  • Que aceptes lo que el otro te puede dar, que no le pidas más, que no pretendas que todo cambie de golpe, que todo se resuelva, que todo salga. Acepta callado/a, fijate si es lo que mereces o no, y toma una decisión, pero sin culpar al otro, y sin culparte a vos, simplemente tomando en cuenta que no puede haber maś que lo que hay. Y si elegís irte, también va a estar bien.
  • Que te equivoques, mucho y seguido, porque de eso estamos hechos y porque sin eso no somos. Ah, y que te contradigas también, que tenemos mucho tiempo para ir de a poco siendo más consecuentes.
  • Que admires, a personas, a lugares, a momentos históricos, o a tu vecino, a lo que se te cante, pero admira, y sentite pequeño que eso te va a hacer grande.
Y sin más que decir, te deseo eso y nada más, espero poder cumplir con algo de eso también, y que la brisa de la nochecita de verano, que esa se quede con vos y la sientas cada vez que las cosas se pongan turbias.