13 de octubre de 2016

Reconociliarse

Nadie puede pedirme que deje de odiar. En algún punto si no odiara no sería yo, sería pedirme que deje atrás todo lo que fui y lo que puedo ser.
Pero si, capaz ya es momento de elegir mejor a que odiar. Me colgué, me fui, me callé por un mes porque paso de todo, porque el ritmo de la vida se pone cada vez más loco y no suelta el pedal, porque todo me da vuelta el mambo de la cabeza, y porque de a ratos extraño la quietud. Pero no lo suficiente.
Años movidos, intensos, y fuertes como este, pocos. El año de la tortuga está pegando el último batacazo y si da pie con bola, y si cambia todo, y si nos sigue callando un poco más.
Mientras, yo busco reconciliarme con mi pasado, no porque sea muy oscuro, ni malo, ni tan turbio como a veces lo veo, sino porque es necesario. Este año me hallé, encontré el lugar donde quiero estar siempre, donde me siento en casa, encontré lo que se dice "mi lugar en el mundo", capaz mañana eso cambia, y empiezo a pensar que lo podría sobrevivir, pero hoy estoy en donde estoy y piso más firme que antes. Me afirme en la vida en bastante cosas, aunque me patino en las cosas de cada día un poco más.
Y de a poco voy, vamos todos, viendo como una cosa lleva a la otra y como cambiamos.
En medio de todo eso, me surgió un odio fuerte por el lugar que me desterro en algún punto, que me hecho de sus brazos, aunque sé perfectamente que yo fui la que se quiso ir. Y no quiero volver, no hoy.
Pero eso sirve para que revise un poco de todo, un poco de lo que fui, y acá vamos:
  • A quien lo tome: perdón, perdón por los perdones que no dije, los que no me banque, lo que no me figure, perdón por no ser la escucha ni la mano amiga, perdón por irme cada vez que algo importante empezaba a pasar. No digo nada más que bienvenida de nuevo, para lo que sea. Estoy un paso más allá de lo que estaba antes, y hoy en día si se como armar una amistad de a dos a cada paso, hoy nada nos ata y eso nos hace más libres que nunca, y de acá en más siempre vas a tener una puerta abierta en mi casa, donde sea que eso sea. 
  • A quien no lo va a leer: a vos perdón no te pido, me sigo enterando de cosas chotas que pasaron hace mucho, de manejos que no me contaste, de partes de la vida de personas que yo si quería de las que me dejaste afuera. Vos jodete, pero jodete lejos y sola, porque yo hoy no veo lo mismo, y sé que gran parte de lo que vivimos, de lo que sostuvimos, fue una ilusión que me arme, y estoy bien con eso, en su momento yo lo necesite. Hoy tengo la suerte de mirarte y saber que en ningún punto de mi vida me cruzó con vos, que no te necesito (dos cosas que ya se de hace rato) , pero le agregó una mucho más importante: hoy ya no tengo nada que extrañar. No me cierran los recuerdos asique le voy a sumar el costado que nadie me contó, y a saber que por eso no me cierran y que a eso no hay que volver, no hoy, no nunca. Gracias, las últimas que te pienso decir, por lo que si compartimos y bancamos, por lo bueno entre muchas cosas que no valieron la pena, pero que en su momento yo pensé que si. Suerte en la vida, siempre lejos mío.
  • A quien espera algo de mí: mira, no se que pensar de mi misma hoy, pero sé que de a poco, de a pedazos, me estoy armando una vida, una historia, un presente, una vocación que me llena el pecho, y un grupo de gente que me aguante los trapos. Pedirle a cualquiera que no espere algo del otro siempre es al pedo, asique espera lo que se cante el orto de mí, pero sabe que si no lo cumplo, no es mi tema. Pienso hacer lo mismo con vos, y dejar que algo de la dulzura siempre quede en ese fondo, y algo de la malicia siempre quede en esa superficie, porque probar a la gente me encanta, y no siento mal por eso.
  • A los que mataría: cada día son menos, y eso es lo más, pero siguen siendo y eso me nubla la vida. No te cruzes en el puto camino de todos los que amo, porque te asesino, no te metas, no jodas, no aparezcas, no llores, no mandes regalos, NO EXISTAS. Vos lo querías, hacelo. Sabe que la vida, el mundo y la gente es mejor si no respiras en absoluto, y sabe que donde metas un puto revés, yo te hago caer el mundo flaco. 
  • A los que no tienen lo suficiente de mí: no soy quien para decir que los voy a querer más, o que voy a poner más de mí (dos cosas en las que no soy la mejor cumpliendo), simplmente voy a decir algo que ojalá sostenga, porque me suele calmar: sean como sean, sean quienes sean, voy a quererlos en la medida de lo que puedo, a compartir con ustedes lo que sirvamos para compartir, y a dejar que los espacios que no llenamos no nos enturbien los momentos donde somos lo más completo que existe.