31 de agosto de 2014

My roomate, M

Decididamente, le quiero dedicar esta entrada ,que seguramente nunca a va ver, a mi compañera de cuarto. No se bien por qué pero hace bastante tiempo que quiero escribir sobre ella, en si, que quiero reconocerle todo lo que hace día tras día por mi.
Y aunque nunca lea esto, yo sé bien que necesito hacerlo. Asique empecemos:
¿Qué puedo decirles de ella? Muchas cosas sin duda, la primera que es pisciana, igual que yo, y ya eso me dio un indicio de que me iba a caer bien. La segunda, que es una mina tranquila la mayor parte del tiempo, otra cosa en la que nos parecemos. Y por último, la tercera es que es paciente, sin duda la persona más paciente que conocí en mi vida.
Todas esas cosas mezcladas, logran que alguien conviva 7 meses conmigo y siga queriendo hacerlo por 3 meses mas. Una cosa nunca antes vista. Y es que lo rompebolas que puedo llegar a ser, mis cambios de humor repentinos, mi verborragia casi constante y mi agresividad recurrente, hacen que nunca sea fácil conseguir a alguien que tenga ganas de pasar mucho tiempo conmigo.
Pero la suerte nos unió, y por una de esas casualidades de la vida le tocó compartir cuarto conmigo, y a mí me tocó conocer y convivir con una de esas personas que cambian la manera de ver las cosas, que te hacen crecer como persona con el solo hecho de ser como son.
Sé que puede sonar un poco aburrido pensar que voy a hablar toda una entrada sobre ella, pero vale la pena. Si pudiera haría que todos la conozcan. Pero como no se puede, voy a seguir hablando. No sé cuantos de los que leen el blog alguna vez convivieron con alguien viviendo "solos", valga la redundancia. El punto es que cuando te mudas solo, por más listo mentalmente que estés, hay cosas que no sabes hacer, que no queres hacer y que nunca tuviste que hacer. Y eso es jodido para cualquiera, y ahí entró la influencia de M en mi vida, ella me enseña día a día a ser responsable, me enseña a madurar, a encarar las cosas de una manera más conciliadora, más positiva, que yo sola decididamente no alcanzo.
Conocer personas tan maduras, tan armadas en su vida, firmes en su cimiento, tan seguras de si mismas y de lo que tienen que hacer, sin duda es un placer. Porque aunque no quieras, aunque seas una porfiada muy porfiada, algo de esa madurez se te pega. Y de a poco te das cuenta de que la persona que tenes al lado no es solamente una amiga, una compañera de cuarto, una chica en la misma situación que vos, sino que también es tu vieja, cuando te dice algo que no queres escuchar, cuando se preocupa por vos; también es tu hermana, cuando, cansada de retarte, te hace la gamba y te aconseja para que las cosas salgan bien; también es tu gemela, cuando se entienden sin hablar, se rién de algo que no es gracioso para los demás pero que si lo es para ustedes, y cuando se miran y ya saben como esta la otra.
Todas esas funciones, la familia completa, es una compañera de cuarto. O por lo menos, la mía.
Nunca te voy a poder agradecer lo que me bancaste, me bancas y todo lo que me hiciste crecer como persona. Porque tan buena gente no se consigue en cualquier lado, y por eso aunque casi nunca lo exprese sos mi hermana, hoy y siempre.


27 de agosto de 2014

Si alguna vez dejo este mundo viva

¿Qué harían ustedes? Si por alguna razón metafísica pudieran dar una última vuelta por el mundo terrestre antes de dejar de existir para siempre.
No sé bien lo que haría, no podría hacer una lista porque sentiría que cada cosa que agrego quita a otra, pero si puedo asegurar que no le dedicaría tanto tiempo a la gente que amo, y usaría ese tiempo con la gente que pude amar pero nunca llegue a conocer lo suficiente como para que esto pase. Suena algo egoísta, ya sé, pero capaz que si lo piensan no es tan loco.
Le dedicamos nuestra vida a las personas que forman parte de ella, les damos nuestro tiempo, nuestro amor, dejamos parte de nosotros en ellos y ellos en nosotros. Y más allá de los problemas, y los conflictos, de si las cosas están saliendo bien o no, lo más importante es que en las situaciones límite sabemos que contaríamos con muchas personas preocupándose por nosotros, revisando cada detalle, y viendo que estemos bien. Porque el amor es más fuerte que cualquier guerra, y el sufrimiento por más humano que sea, esta teñido de amor, un amor tan profundo por lo que sea que nos hace mal.
Y aunque todos sabemos que en algún punto podemos ser más buenos, mas amables y comprensivos, que podemos hacer las cosas mejor. A pesar de eso cada día nos levantamos y la peleamos y eso a veces tendría que sernos suficiente.
En fin, volviendo a eso, todos los días hacemos cosas por los demás, damos parte de nosotros, y recibimos mucho de ellos. Pero hay casos que son excepciones.
Son muy pocos, no sé si alguna vez les paso, pero como ya deben saber si leyeron entrada antiguas, cada tanto encuentro a personas que me cambian la vida sólo con verlas, con conocerlas. Y por la vergüenza, por el miedo o porque no sabes como hacerlo, muchas veces al día dejamos ir oportunidades de conocer más a personas que nos marcan en algún sentido, que nos enseñan algo de a vida con solo mirarnos, reírse, o decirnos algo que nos deje pensando. Soy muy mala siguiendo mis impulsos, nunca sigo a esas personas, y solamente las dejo ir.
Por eso, si tuviera un día extra en mi vida, me sentiría conforme con la vida que me tocó vivir, con la gente que conocí, con las personas que me hicieron ser quien soy. Pero no lo usaría en ellas, sino que encontraría por lo menos a una de esas personas que nunca seguí lo suficiente, que no les permití seguir transformando mi vida un rato más. Y viviría aunque sea un momento más con cada una de ellas, pensando que ellos o ellas, son las piezas que me faltaba completar para que mi vida sea completa, imperfecta, y no muy fuera de lo común, pero completa al fin y al cabo.

6 de agosto de 2014

Poema en tres canciones

La primera regla fue no dejarme caer
No la sabía nadie
Sigue sin saberla nadie
Excepto por alguna voluntad perdida
Que busca luz en un farol cualquiera
Porque no hay farol que ilumine como ella
Hay algo en su risa
No veo como tanto silencio puede hacer tanto ruido
Tampoco veo como una inmensidad se puede llenar
Solo con tres canciones
Solo veo inmensidades llenas de silencios
Almas rotas que corren a refugiarse
Porque en la noche oscura nadie se quiere quedar
Si hay un poco de miedo en todos
¿Qué es lo que me hace querer luchar?
Un motor diario que agrega sueños
Para calmar el frío o solo para volar
Una pastilla muy grande para tragarla
Un sueño roto perdido en el bulevar
Si nunca supe contar bien las historias
¿Me queres decir qué hago acá?
Disfrazada de alma vulnerable
Que se hecha un rato a llorar
Esto es un robo
¿Para qué negarlo?
Y que en cada esquina
Me esperé una mirada audaz
Que me inspire para rendirme
Y de una vez por todas nadar
Adonde Ítaca se vuelve el almacén de acá a la vuelta
Y entonces me doy cuenta
Que nunca fue tan difícil llegar.