24 de septiembre de 2014

Cuantificadores

Tengo un problema, y esta vez es grave. No puedo sacarme de la cabeza la lógica, y no es una joda ni nada asi; realmente me está molestando pero de a poco veo el mundo distinto, no se si será porque tengo la cabeza quemada o porque algo en mi cabeza está naciendo, pero si puedo decir que me asusta, me intriga y me controla.
No tengo intenciones de darles una clase sobre la lógica, porque los embolaría demasiado, pero sin duda quiero que sepan que los cuantificadores son unos símbolos muy quilomberos y efectivos, cuya función es la de decirnos cuantos individuos están metidos en un conjunto. Y como mi cabeza rebosa de ideas lógicas, me puse a pensar que pasaría si pudiéramos conocer los cuantificadores de la vida cotidiana. Sería interesante saber realmente cuanta gente abarcamos cuando hablamos, nos serviría para conocer mejor a las personas, para saber quienes son los que adoran generalizar y siempre piensan que todos seguimos in estereotipo, o esos que son detallistas, que nunca hablan por los demás sin saber, a veces sabiendo tampoco hablan.
No es que esas cosas sean un secreto tan difícil de decifrar, pero si es algo que nos requiere de tiempo, que nos consume paciencia y amor. Si, amor, porque la única manera de conocer realmente a alguien es quererlo, y eso no me lo van a poder negar. Cuando uno quiere, sabe lo que quiere, por lo tanto conoce el trasfondo de eso que quiere y no solamente la parte tierna de la historia, o esa que todos saben. Conocer, es amar en muchos sentidos, porque cuando sabes la verdad sobre algo, y conoces los pespuntes, ahí es donde realmente podes empezar a sentir más allá de cualquier prejuicio, más allá de algunos o todos los obstáculos, donde podes conectar tus verdades con las del otro, y siempre terminas queriendo a ese otro ser, que se conecta tan profundo con vos, que no oculta lo que es. Porque hay muchas clases de amor, hay muchas verdades, y hay mucha más lógica en la vida de la que me gustaría admitir.
Brindo por un mundo donde todos podamos poner un universal al lado del corazón.

Sabor

Hoy el día para mi tiene sabor a cansancio, sabor a que las cosas no siempre salen como quiero, sabor a que mañana va a ser otro día y hay que empezar de nuevo.
Pero ese sabor puede cambiar, por esas cosas, porque siempre hay un mínimo detalle agridulce, o simplemente agrio o simplemente dulce que te puede cambiar el día y la vida.
Porque solamente somos una colección de sabores.. ¿o somos mucho más? Siglos de filosofía pueden dar una respuesta más acertada que esta mente cansada que se recuesta sobre si misma, buscando una salida, un poco de alegría, sabiendo que eso esta ahí y es cuestión de recorrer la estancia con la mirada. Porque una chica de sólo 18 años, chica para tanto, adulta para tan poco, estudiante, agotada, feliz, testaruda (demasiado, siempre), y a su vez, un conjunto de sombras y luces que se unen en un complejo retrato que puede verse y reflejarse de múltiples maneras, algo así como una copia eterna de la realidad que pasa por mí, no a través, sino por, por mi cabeza, mi corazón, mi esófago y demás lugares que lo reconstruyen e inventan a cada segundo.
Si no hay dos segundos iguales, si nunca voy a ver dos veces a la misma cosa, a la misma persona aunque la tenga justo delante mío todo el tiempo, ¿Por qué siento la necesidad de verte cambiar en mi (in)constante túnel, de que cambiemos juntos aunque sepamos bien que eso no es posible?
Ojala que este arrebato de palabras y emociones llegará a vos para que me escuches, me encuentres, me busques o para que no hagas nada de todo eso, porque ni yo sé lo que quiero, ni vos tampoco lo sabes, y sólo se que no sabría mirarte otra vez, porque solamente vas a ser eso que fuiste ese marzo tan lejano y tan cercano, ese día que el viento sopló y enloqueció a la gente, y a nosotros también.

21 de septiembre de 2014

Un año sin escuchar ese sueño

Hace no mucho pasó un año desde la promo, desde ser parte de Steven Spielberg, desde estar en el último año y llena de expectativas, de sueños, de miedos.
Simplemente voy a hacer un balance de este último año en mi vida, de todo lo que pasó entre el 19/9/13 y hoy. Básicamente, puedo definir todo eso como un giro de 360 grados, un cambio completo.
Vivo en otra cuidad, tengo una rutina completamente distinta, me cambió la cabeza en muchos sentidos, estoy rodeada de personas que conozco hace muy poco, y se volvieron importantísimas, y también de personas que conozco mucho y que de a poco se vuelven menos cruciales. Aprendí a valerme por mi misma en muchas cosas, a ser más libre, responsable y independiente, sin que alguien este atrás mío guiándome, retándome, pero también sosteniéndome en cada caída.
Las cosas son distintas, la realidad es otra y muy buena, pero siempre me va a quedar es recuerdo lindo, esa nostalgia pegadita a un costado de lo que soy, que recuerda esa que fui cuando fui promo.
Viviendo cada segundo voy, no sé como van a ser las cosas mañana, y apenas entiendo como son hoy, pero sigo acá y eso es lo que más vale la pena.