28 de febrero de 2017

Pulseada al bajón

Me levanto lo veo todo de nuevo, los colores conocidos, el calor sofocante de afuera que de a ratos se mete en la pieza, las paredes con mosquitos aplastados en todos lados, las sábanas revueltas porque de noche me muevo un montón, y porque el calor no ayuda. Me despego con asco, me levanto con modorra y un poco de malhumor asegurado, y voy al baño a lavarme la cara, atarme el pelo que sino me muero, y pensar que carajo quiero hacer hoy. Nada, eso quiero hacer; lo irónico es que para mi en este momento si es una opción, es más, es lo que finalmente eligo.
Un rato de series, comer algo aunque odio cocinar, y para colmo da todo el sol en la cocina, fiambre creo que quedo sino, si, quedo, mejor. Me quedo con un poco de hambre pero la paja le gana al instinto, asique hasta las 3 me ocupo de mirar peliculas, series, o boludeces en facebook, lo que pinte según el día. Después de esa hora decido que mi día ya esta hecho mierda, y doy una vuelta, o voy al super, o me acuesto de nuevo, o lavo ropa/limpio la cocina/cualquier mierda doméstica que detesto hacer, y se hace de noche de nuevo, una ducha rápida y fría, por favor fría. Un rato de dudar sobre todo en mi vida sentada en el balcón, aspirando el aire a bocanadas, la duda de si debería salir de mi casa aunque no quiero y no tengo con quien, se que puedo ir sola, y en general no me jode hacerlo, pero llevo 5 días sin hablar con alguien que no sea un cajero/a, o un vecino que salude al pasar.
Y al final puedo predecir que me voy a dormir en las primeras horas de la madrugada, después de otra temporada de computadora, y comida, y calor, y mucha agua, aunque quiero tomar café, pero me muero si me tomo un café.
Algo así como la rutina más aburrida del mundo, como quejarme de llena, de vaga, de pelotuda, como una serie de maquinaciones inútiles que van a terminar en sueños que parecen cada vez más pesadillas, para que todo eso que empuje afuera de mi conciencia durante el día me coma viva de noche, cuando no pueda escaparme en una pantalla, en una hoja, en una charla conmigo misma en voz alta.
"Me encanta estar sola", le dije al pibe a las 10 de la noche en la parada del Este, y no le mentí, no señor, pero hay épocas mejores que otras, y en el verano más bajonero que he tenido en mucho tiempo, no me sobro nada más que tiempo y dudas,
repitiendose hasta el cansancio. 
Uno puede escaparse del pueblo, de la casa, del departamento, de la ciudad, de los problemas, de los cumpleaños, de los asados esquivados para no pasarla como el culo, de las familias (propias y ajenas), de las amistades turbias, y de las claras también, pero hay una sola cosa de la que nunca te vas a escapar: vos.
Y en algún lugar del cosmos, Freud descorchaba un champán y se cagaba de risa de los vivos que todavía tienen que pelearle a su angustia, una pulseada cada día.

19 de febrero de 2017

RRR

Jamás me tomé el tiempo de escuchar
A veces, aprender a callar
A soñar sueños de otras manos
Que nos subieron al barco
Un buen empujón y a navegar
Suelto el suelo y dejo ir
En tu risa veo el porvenir
Y suena a caja de música oxidada
Que juntos hacemos sonar

...

Quiźas si me tomé el tiempo de escuchar
No sabía que eras de poco hablar
Culparme es más fácil que acallar
La voz que me dice que sos dueña de que dirás
Que tu navegar te lleve lejos
Que encuentres a veces lo que buscas
Que te rearmes en cada sol
Y puedas en algún puerto encallar

10 de febrero de 2017

Aventura

Siempre amé el espiritu de mis amigos, creo que es la razón  por la cual somos amigos, y también el detalle que los hace imprescindibles. Y si bien entre mis amigos puedo encontrar gente de todos los palos, con todas las cosas raras que te imagines, hasta las personas más comunes que conozcas, en muchos de ellos veo la ambición y las ganas de salir a recorrer el mundo. A todos ellos siempre les dije lo mismo "ustedes vayan, recorran y cuando vuelvan yo voy a estar acá esperandolos".
En general se me cuestiona porque yo no muero de ganas de salir al mundo, porque no me emociona la idea de vivir en otros países, de irme. Ante eso suelo tener una linda respuesta preparada: que yo encuentro la magia, y a las personas raras y locas y divertidas, y a las experiencias que ellos buscan en otro lado, acá donde estoy.
"Pero no conocés otros lugares, no sabés", no, no sé, y no creo que ir a ver otros lugares me haga saber más o menos, porque no creo que el saber venga con el moverse, creo que mucha gente muy grosa en esta vida fueron personas que pasaron años de su vida encerrados en una oficina, escribiendo cosas que maravillan a todos, creo que algunas de las personas que menos esperaron llegaron a vivir cosas enormes, pero firmemente creo que todos encontramos lo que estamos buscando, no más ni menos.
Si te empeñas en ver la vida como un rutina, y la describis diciendo que es aburrida, que es igual, que es monótona, que es lo que hay, que si pudieras harías tantas otras cosas, y si, entonces eso va a ser. Si te parás en la calle, ves como hay viento y como te despeinas, si ves como la gente pasa y tratas por dos segundos de verles las caras, te prometo que vas a ver mucho más que gente, vas a ver muchas personas preocupadas, pero también muchas sonriendo, hablando solas!! (las amo), cantando con auriculares, paseando un perro, abrazando al que tienen al lado, riendose, y puteando como si el mundo se fuera a acabar, con una pasión que mueve al mundo.
Vos podés salir a buscar tus aventuras en donde sea, y yo te banco, pero a mí dejame acá, entendiendo todo como yo sé, encontrandome siempre en los lugares a los que vuelvo, encontrandome en las personas que me quedan, en el chino que está a una cuadra, en la almacenera de toda mi vida, en los árboles del patio de mi casa (y no sabés lo que son esos árboles), en mi perra, en la nueva y en la que se fue, en mis plantas en el balcón, en la lechuza que cuelga de la pared, y en las cosas que conozco y aprendo a amar porque las conozco, en la magia potencial que esconden, esa magia que si la buscás la ves, seguro que la ves.
No te culpo por no buscar, está todo más que bien, pero alguna vez deja que te preste mis ojos, y vas a entender porque lo amo todo a veces, aunque otras quiera revolear todo por la ventana.
Y por último, si pensas todavía que no conozco la aventura, contame porque será que el mismo día que llegué a la casa de mis viejos me saqué una pulsera, el único accesorio que llevo siempre puesto, que representa todo lo que yo creo que se necesita en esta vida ( la msima que inspiro esto: http://palabrasquepisanfuerte.blogspot.com.ar/2016/11/requerimiento-basico-para-la-vida.html ), y no me la puse de nuevo en todo el mes y medio que pasé allá, pero al segundo día de volver a La Plata, me la tuve que volver a poner, porque aunque me sienta en casa acá, todos nos perdemos un poco casi todo el tiempo, y siempre está bueno acordarte de qué necesitas, y sentirlo siempre cerca. Está es mi aventura, y no pido más que la paz inmensa que me da.