17 de febrero de 2015

Mágico

Soy un ser analítico, sin duda lo soy, y sin embargo es tan difícil analizar las cosas cuando una esta del lado de adentro del tornado, cuando ves a tu casa volar, a la vaca salir disparada, a tu hermano soltarse de tu mano y girar, y todo el confuso. Yo creo que vivimos acostumbrados a la confusión, todos, nos enseñan que es así, todo es complejo, nada se ve a simple vista, nada que pensemos en el primer momento es verdad. Y duele.
Pasamos tanto tiempo de nuestras vidas entrenándonos para darle la espalda al instinto, a esas percepciones que vienen de nosotros, de adentro, que nos dicen cuando algo está bien o mal, nos enseñan a no creer en ellas. "La intuición es una mentira de los astrólogos para ganar guita", "Jodeme que crees en esas cosas", "Bue, si nos ponemos místicos"..
Si! Necesitamos ser más místicos, y no les estoy diciendo que haya que correr a las iglesias, soy atea y feliz de serlo. Pero la misticidad para mí es algo que tenemos adentro, algo que no se si es natural o cultural, un poco de las dos seguro. Es eso que sentimos cuando hacemos lo que amamos, es el sentimiento primario, el amor tan fuerte que no hay palabras que lo expliquen, el ritmo que se mete en nuestros oídos cuando escuchamos ESA canción, que hace diez minutos no sabíamos que existía y hoy tarareamos, como manotazos de ahogado, enojados por no sabernos la letra. 
La vida no está hecha de sentimientos primarios, ni mucho menos. Pero podemos llenarla de ellos, mediante la simple práctica de aprender a sentirlos, a vivirlos, a seguirlos, a disfrutarlos. ¿Qué mejor que perseguir a ese pibe que con mirarte te mató, sin que vos entiendas cómo? ¿Qué más lindo que escaparnos de todo y hacer eso que amamos? ¿Qué más sano que alejarnos de esos que nos dan mala espina desde el comienzo? 
El cuerpo, o el alma, o Dios para algunos, la verdad es que no importa como llamemos a esos sentimientos que nos tocan el alma de golpe, sin tiempo para acomodarnos. Aprendamos a sentir! Por favor, tratemos, vivamos un poquito más de acuerdo con eso que algo nos dice que es verdad a los gritos, no callemos a la vocecita interna, hagamosle caso y vemos que pasa.
¿Quién me da la mano y salimos a caminar, a ver, a escuchar, a reír y a llorar? Porque cualquiera que sepa lo que es eso, esas emociones que nos mueven más allá de nuestra comodidad, es mi amigo/a hoy, lo juro.

12 de febrero de 2015

Prejuicios

Todas las personas tenemos prejuicios, aunque a veces nos cueste admitirlo. A todos hay ciertas cosas que nos molestan en los demás, ciertas opiniones que otro dijo y nos influencian antes de conocer al otro, cosas que sabemos por experiencia, otras que suponemos. Siempre es difícil luchar contra nuestros prejuicios, contra eso que alguien nos enseño que estaba bien o mal, y que tomamos como verdad sin sentarnos a cuestionarlo o repensarlo, capaz porque eramos chicos, capaz porque no acostumbramos analizar mucho nada, el punto es que no lo hacemos, y nos quedamos con viejas opiniones e ideas que ya no tienen sentido.
Yo siempre fui muy jodida a la hora de conocer a los demás, tengo ojo para saber quien me cae bien o mal desde el principio, y suelo conocer algunas cosas de los otros sin que estos me las digan, pero tengo que admitir que nunca pensé que iba a poder aprender tan rápido a lidiar con ciertas situaciones que antes me espantaban, me producían asco o rechazo, por el simple hecho de que alguien me había mostrado que tenía que ser así, o porque todos los demás lo hacían de esa forma, y pensaba que estaba bien ser como los demás.
Nunca imaginé que me iba a sentir cómoda expresando mi opinión a favor del aborto, tanto como para que me den ganas de ofrecerme como voluntaria en una organización de chicas que ayuda a concretarlos de forma segura. Nunca pensé que estuviera dispuesta a verme como el blanco de palabras como "asesina", sin que se me mueva un pelo, firme en mi postura, sintiendo que es lo que esta bien.
Tampoco me podría haber imaginado que me iba a hacer amiga de un grupo de lesbianas que forma una familia, como respuesta al rechazo que sus propias familias les dieron. No me hubiera figurado que hablar con ellas se me iba a hacer ligero, que podía joderlas, y reírme con ellas, y saber que van a ser excelentes madres, y novias, y esposas, ver su amor me hace feliz, me hace confiar en que el futuro es mejor de lo que espero, me devuelve la esperanza en las personas y su capacidad de amar a pesar de las dificultades.
Y sé que puede ser polémico, y difícil también, matar las ideas que tenemos y pararnos en un punto desde donde podamos ver que hay muchas formas de vivir, que van más allá de nuestros ojos, de nuestra conciencia, de nuestra forma de ver el mundo. Pero no se dan una idea, o quizás si, de lo bien que se siente cuando dejas las diferencias al costado, abrazas eso que te une a la otra persona, y sentís la hermosa certeza de saber en donde estás parada, que queres, y cómo vas a hacer para conseguirlo. Y les aseguro que es más fácil si te abrís de mente y dejas que los otros, sus historias, sus pasiones, su forma de vivir te ayuden a crecer, y ahí entendes lo que todos tendríamos que entender si no fuéramos hijos de la segregación: NUNCA ESTAMOS SOLOS.

11 de febrero de 2015

Perspectiva

¿Qué se siente desconocer a una persona que conoces de toda tu vida? Mal, eso se siente, se siente a derrota, a cambio, y me confunde a cada segundo.
Los cambios son un punto difícil en mi vida, porque por un lado les tengo miedo y por el otro los espero, los pienso necesarios para mantenernos respirando, para seguir, para sentirnos vivos.
Y a pesar de todo eso, no me gusta cuando algo que estoy acostumbrada a ver de una determinada manera cambia de golpe, me hace sentir nostálgica, vieja y nueva a la vez, con pánico de hacer las cosas mal y a la vez expectativa, de ver que puede salir de todo esto.
Pero es espantoso ver como las personas que nos rodean cambian y no sabemos que va a salir, es cierto, todos cambiamos y no puedo esperar otra cosa si yo también estoy en constante mutación.
Pero a veces cambiamos de una manera que nos hace pensar en qué mierda estamos haciendo, adonde vamos, qué queremos, y si de esas respuestas no podemos salvar ninguna original, eso sólo nos está demostrando que estamos dejando que este sistema nos lleve, que nos haga lo que él quiere, y no voy a ponerme a dar un discurso político porque no es lo mío.
Pero una vez, una persona que me marcó la vida, que me dejó pensando en muchas cosas, me enseñó que tenemos que cuestionar, y si después de dar un paso nuestra conciencia nos dice que al cuestionar lo que hicimos podemos encontrar otra forma, que estamos hiriendo, que estamos despreciando, que estamos en un camino que no va a terminar en un crecimiento, entonces es momento de volver para atrás, y replantearse muchas cosas.
No soy una especie de entidad espiritual, pero arriesgar cosas que valen la pena por cosas nuevas, eso no tiene sentido, hay que jugársela, pero también hay que sentarnos en la banquina y analizar un poquito adonde estamos yendo.
Solamente espero seguir encontrando a la persona que soy, y nunca perder de vista que el corazón humano es lo más valioso que hay, que lastimar no siempre está justificado, y que las cosas pueden ser como yo deseo, o no, y seguir es lo más importante, o rendirnos después de conocer lo más hermoso, sabiendo que nunca una belleza tan sublime y espectacular va a llegar a nosotros.
En toda pérdida hay ganancia, como dice alguien que amo, y que tuve la suerte de conocer.
Y dejar que el ritmo me lleve adonde el corazón quiere estar.

7 de febrero de 2015

Conexiones perceptibles

Hay algo que me pasa seguido, no sé si a ustedes también:
Cada tanto alguna de mis amigas tiene una personalidad que de una manera increíble y casi soñada, va perfectamente con la de alguno de mis amigos, o de esas personas que conoces alguna vez pero que tenes en facebook, y podes averiguar cosas de él facilmente.
No soy una enamorada del amor, es más, creo que es un fenómeno sublime porque es lo más hermoso y lo más triste que puede pasarnos, y también pienso que es muy poco el amor verdadero, que no funciona como creemos, y que es difícil dar con él en una frecuencia que vaya con la nuestra.
Pero es que son tan ideales, ya sea porque comparten absolutamente todos sus gustos, o capaz porque tienen los mismos ideales en la vida, las mismas cosas que los molestan, las mismas dudas y temores.
No sé que es lo que tienen, pero yo sin duda sé, puedo sentir, que si solamente pudiera presentarlos y dejarlos un par de horas solos, tranquilos, sin teléfonos que distraigan su atención, sin maneras de escaparse de esas conversaciones casuales, y tan necesarias.
Es jodido pensar que capaz nunca se crucen, o se crucen tantas veces que de repente no se vean, de lo acostumbrados que están a saber quien es el otro.
No puedo asegurarle a ninguno que sean perfectos entre si, que se complementen y ayuden de la manera en que yo lo veo posible, pero puedo seguir soñando el resto de mi vida, porque esa certeza no me deja nunca.
Y podrían hacer lo que quisieran, a algunos puedo verlos a los 30, casados, en una casita, cargando a un nene en brazos, jugando con él/ella. A otros puedo verlos recorriendo el mundo, conociendo, instalándose en el lugar que más les guste, siguiendo a su banda favorita a cada recital, como siempre, pero ahora juntos.
Puedo verlos, en mis ojos son esos sueños hermosos, en mi vida, esas cosas que nunca pude lograr, son un poco de todo, son sus vidas pasando por mi cabeza una y otra vez, son parejitas que espero algún día poder ver juntas, son ilusiones compartidas sin saberlo, son el caso que se podría dar, son eso que no podemos controlar ni aunque queramos, que nos supera, que nos hace desear que las cosas sean distintas, son fuerzas en potencia, son conexiones que no se dieron que pero que se perciben, que se leen, que personas como yo esperamos ver. Solamente me queda esperar a que el tiempo y la suerte hagan de las suyas, y si algún día las cosas funcionan, espero enterarme, espero verlo, espero sentir esa conexión profunda al verlos juntos.

3 de febrero de 2015

Amor

Siempre pensé que iba a dedicar una entrada con este nombre a la persona que quisiera más que a nada, a mi enamorado. Y la verdad es que hoy encontré dos personas que se la merecen mucho más, asique voy a hablarles de ellas.
A una la conozco desde siempre, crecimos juntas, y hace 4 años volvimos a encontrar esa amistad linda y fuerte que sabíamos tener. A la otra ni siquiera la conozco, pero hoy hablo con ella por primera vez, y me cae demasiado bien como para no quererla ya.
Una es mi amiga de toda la vida, y la otra es su pareja, una chica que quise desde el primer momento que vi esa sonrisa en su cara, que decía que la amaba a cuatro voces.
Yo sé que en este momento las dos están fundiéndose los sesos, pensando manera de estar juntas, de verse, de amarse en persona y no a tráves de una pantallita, y por eso las voy a ayudar. De ahora en adelante es un deber que asumo, sabiendo que no va a ser fácil, que va a haber críticas y que las cosas nunca salen como uno piensa.
Voy a ayudar a una de ellas a llegar hasta acá, voy a ayudar a la otra a ir hasta allá, voy a entender, escuchar y callar cada vez que se necesite.
Hoy les prometo chicas, que cada día me voy a despertar pensando que puedo hacer para ayudarlas. Porque ver amor es hermoso, y siento en cada palabra, en cada mirada nerviosa, en cada conversación de las profundas y de las que no lo son, siento su amor, las veo compartir esa frecuencia única que solamente puede encenderse cuando saben de la otra, cuando estan seguras que la otra esta bien, que nada esta demasiado mal.
Quiero ser una esperanza para ustedes, y quiero darles fuerza en cada suspiro, y hacer que las cosas mejoren a casa paso.