6 de noviembre de 2016

Si pudiera regalarte...

Si pudiera encontrar una manera de decirte que todo va a salir bien, y me creas, juro que la buscaría a toda costa. Verte hundirte hasta el cuello en los mares problemáticos de la existencia me agota, porque a cada paso sé que saldría a buscarte en medio de ese algo que se mueve, en medio de esa lluvia, para ver adonde podes anclar.
No soy una persona demasiado conocedora de las pérdidas, de los desamores, de las pesadillas en carne propia, ni de los miedos que cierran la garganta. Pero si soy yo, la mano amiga, la sonrisa al final de un día largo, la cena, la charla, la birra, la peli, los pochoclos (obvio que fui yo la que insistí en hacerlos), soy yo.
No voy a dedicar esto a una persona en específico, porque este año es lo bastante mambeado como para darnos vuelta a todos. Y está terminando, y por eso te pido que tengas paciencia, que seas fuerte, que sepas que te banco y que confío en que podes. Es el último tramo, ser hermoso, asique no te asustes, no pienses que no podes, pensá que llegas, que podes, que lo vas a ir viendo, a ir resolviendo, a ir trabajando, lo vas a navegar amor.
Lo vas a navegar porque siempre tenes el barco listo, impecable, y aunque nunca te parece que este listo para salir, lo está. Hoy abandonate a un mar exquisito, a una ruta nueva, al cambio de plan, al amor de improviso, a la tarde insólita, a no repetirte. Hoy dejate, de a poco, no del todo, ir yendo e ir llevando.
Hoy soltá, pero no a las personas, no a las cosas, no a lo que queres, hoy soltá a esa parte tuya que sueña con que todo alguna vez este resuelto, este hecho, porque esa parte te envenena.
No seas lo que siempre quisiste ser, si no te animas, hay tiempo. No cumplas todas las expectativas, no busques comprar felicidad de paquete, no vivas el hoy, si es mucho para vos.
Pero viví, no hay que hacerlo todo ya, ni armar los planes ya, ni las compras ya, ni las valijas ya. Aprovecha el potencial de lo que queda del año para derrapar, para nadar con la marea, para irte siendo, sin ver tu rumbo. Hoy aprendé a confiar en que a algún lado siempre vas, y a que de alguna manera siempre vas a poder responder a ese lugar en donde estes.

Requerimiento básico para la vida

Lo que te sirve de raíz.
Lo que te transforma.
Lo que guia tu suerte.
Lo que te ve, pero te ve enserio.
Lo que te hace divagar en la marea.
Lo que te soporta, y te mueve.
Lo que cierra.
Lo que te navega, y te direcciona.